Un lamentable episodio de violencia sacudió el sur de Guayaquil la mañana del viernes 20 de junio. Un agente policial, cuya identidad aún no ha sido revelada, fue asesinado alrededor de las 07:00 en la cooperativa Los Últimos Seremos Primeros, sector central del Guasmo, cuando transitaba en su motocicleta.
Según el relato de los testigos recolectados por las autoridades, el uniformado fue interceptado por varios sujetos en moto, quienes intentaron asaltarlo. Al resistirse al robo, recibió múltiples disparos que le causaron la muerte en el acto.
La reacción de los moradores fue inmediata: los vecinos alertaron a la Policía Nacional y unidades especializadas acudieron al lugar para custodiar la escena del crimen, recoger indicios y realizar las primeras pericias forenses. Además, se tomaron declaraciones a testigos locales para avanzar en la identificación y captura de los responsables.
Este suceso profundiza la preocupación por la escalada de ataques violentos contra personal policial en Guayaquil. De acuerdo con datos preliminares de la Policía Nacional, los asaltos contra uniformados en servicio se han incrementado en un 15 % durante los primeros seis meses del año, especialmente en barrios vulnerables y con alta densidad poblacional.
“Este hecho demuestra la valentía de nuestro personal que, incluso fuera de servicio, permanece expuesto a la violencia urbana. No permitiremos impunidad”, afirmó un vocero de la Policía Nacional.
En respuesta al crimen, las autoridades anunciaron el despliegue de operativos especiales en toda la jurisdicción del Guasmo, con el objetivo de desarticular las bandas organizadas dedicadas al robo de motos y ataques a transeúntes. Asimismo, las líneas de inteligencia están activas para identificar a los implicados y determinar si el asesinato fue parte de una estructura criminal organizada.
Además, se reforzará la protección a los agentes, mediante patrullajes de alto impacto y refuerzo del esquema de seguridad para uniformados, tanto en actividad como fuera de servicio.
Este caso también ha generado una reacción inmediata en la comunidad, cuyos residentes han solicitado mayor presencia policial y estructuras de prevención más robustas para evitar que estos crímenes se repitan. Los comerciantes y conductores locales han exigido intervenciones urgentes ante el retroceso de la tranquilidad en el Guasmo.