Una escena de terror se vivió la tarde del lunes 23 de junio en el sector de Santa Rita, al sur de Quito, cuando un hombre de 63 años fue asesinado a balazos mientras intentaba comprar medicinas en una farmacia. El hecho ocurrió a plena luz del día, en una concurrida acera del barrio, dejando a los transeúntes conmocionados por la brutalidad del ataque.
Según relataron testigos del crimen, la víctima fue interceptada por dos individuos que se movilizaban en una motocicleta. Los agresores lo siguieron hasta el exterior del local farmacéutico y, sin mediar palabra, descargaron un arma de fuego contra él. El hombre, al notar la amenaza, intentó correr para resguardarse, pero las balas lo alcanzaron en el torso, provocándole heridas mortales.
Los vecinos del sector contaron que escucharon al menos cinco detonaciones antes de ver al hombre caer sin vida sobre la vereda. “Fue algo espantoso, vimos que intentó escapar, pero no tuvo oportunidad”, comentó una comerciante cercana que prefirió no identificarse por temor a represalias.
Tras el ataque, los sospechosos huyeron a toda velocidad en la motocicleta, sin que hasta el momento se haya confirmado su captura. La Policía Nacional llegó al lugar minutos después del hecho y acordonó la zona para iniciar las investigaciones correspondientes. Personal de Criminalística levantó indicios balísticos en la escena, mientras que agentes de la Dinased tomaron declaraciones a los testigos presenciales.
Este nuevo caso de violencia se suma a una alarmante ola de homicidios registrados en zonas urbanas de Quito durante los últimos meses. Las autoridades aún no han determinado el móvil del crimen, pero no se descarta un posible ajuste de cuentas o una represalia ligada a conflictos delictivos.
El sur de la capital ha sido identificado como una de las áreas con incremento de hechos violentos, lo que ha motivado a la ciudadanía a exigir mayor presencia policial y estrategias efectivas para garantizar la seguridad en espacios públicos y comerciales.
Mientras tanto, los residentes de Santa Rita expresan su preocupación por el nivel de inseguridad que enfrentan diariamente. “Ya no se puede salir ni a comprar medicina sin miedo”, señaló otro vecino del sector.
La Fiscalía abrió una investigación para esclarecer los hechos y dar con el paradero de los responsables, quienes aún permanecen prófugos.
