El pasado sábado 21 de junio, la tranquilidad del centro de Pasaje se vio sacudida por un violento crimen ocurrido dentro de una barbería ubicada en la avenida Quito. Josué Vicente Saldaña Espinoza, conocido barbero del sector, fue asesinado a tiros mientras realizaba su trabajo, en un ataque que ha generado alarma y consternación entre los habitantes de esta localidad.
Eran poco más de las 16:00 cuando dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron hasta la puerta de la barbería El Gato. Sin mediar palabra, uno de ellos descendió rápidamente, ingresó al local y sin contemplación disparó varias veces contra Josué Vicente, quien recibió impactos mortales en la cabeza y el pecho. El agresor huyó del lugar junto a su acompañante, dejando tras de sí un ambiente de miedo y desconcierto.
Las autoridades policiales se movilizaron de inmediato para iniciar las investigaciones. Aunque hasta ahora no se han divulgado detalles sobre el posible móvil del crimen ni la identidad de los sospechosos, se maneja la hipótesis de que podría tratarse de un ajuste de cuentas. Este asesinato pone de manifiesto la creciente violencia que afecta a varias ciudades de Ecuador y, en particular, a zonas urbanas que tradicionalmente se consideraban seguras.
Según datos oficiales del Ministerio del Interior, la tasa de homicidios en la provincia ha experimentado un incremento del 12% en el último año, un indicador preocupante que ha llevado a las autoridades a reforzar los operativos de seguridad y vigilancia en las calles. Sin embargo, casos como el de Pasaje evidencian que aún hay desafíos significativos para garantizar la protección ciudadana.
La comunidad local expresó su dolor y exigió justicia para Josué Vicente Saldaña Espinoza, un profesional que, según vecinos y clientes, era reconocido por su amabilidad y dedicación. “Nunca pensamos que algo así podría pasar aquí, era un hombre trabajador y querido por todos”, comentaron algunos residentes.
El crimen también ha abierto un debate sobre la necesidad de aumentar la seguridad en espacios públicos y comerciales, especialmente en zonas con alta circulación de personas. Organismos de derechos humanos y colectivos ciudadanos han instado a las autoridades a implementar estrategias efectivas para prevenir la violencia y proteger a los trabajadores que, como Josué, solo buscan ganarse la vida honestamente.
Mientras la Policía continúa con las investigaciones para capturar a los responsables, este suceso se suma a una serie de incidentes violentos que reflejan la urgente necesidad de políticas públicas orientadas a la reducción del crimen y el fortalecimiento del tejido social en Pasaje y el resto del país.
