Las autoridades de Vancouver confirmaron este lunes que el número de fallecidos por el reciente ataque en la ciudad aumentó a once personas, en uno de los episodios de violencia más graves registrados en la región en los últimos años. De acuerdo con el informe oficial, la policía investiga el incidente como un acto perpetrado por un individuo con antecedentes de trastornos mentales.
El jefe de la Policía de Vancouver, Scott Thompson, declaró en conferencia de prensa que las primeras evidencias recabadas apuntan a que el atacante actuó solo y sin motivaciones ideológicas claras, y que probablemente enfrentaba una condición psiquiátrica no tratada. “Todo indica que se trata de una acción individual impulsada por problemas de salud mental”, afirmó Thompson, sin entrar en detalles sobre el diagnóstico específico del agresor.
Hasta el momento, no se han revelado las identidades ni las edades de las víctimas mortales, aunque las autoridades aseguraron que sus familias están siendo notificadas y recibirán apoyo psicológico. Además, otras cinco personas permanecen hospitalizadas, algunas de ellas en estado crítico, según datos del sistema de salud local.
El ataque, que tuvo lugar en un área residencial de Vancouver, generó un amplio operativo de seguridad y una respuesta inmediata por parte de los servicios de emergencia. Testigos relataron escenas de pánico y confusión mientras se desarrollaba el hecho, que dejó a la comunidad conmocionada.
Este caso reabre el debate en Canadá sobre el tratamiento de los problemas de salud mental y su relación con episodios de violencia. Organizaciones de derechos humanos han llamado la atención sobre la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos psiquiátricos y reforzar los protocolos de prevención. “La salud mental es una crisis silenciosa que no podemos seguir ignorando”, afirmó en un comunicado la Asociación Canadiense de Salud Mental.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó sus condolencias a las familias afectadas a través de sus redes sociales y aseguró que el gobierno federal está en contacto con las autoridades locales para brindar el apoyo necesario. “Nuestros corazones están con las víctimas y sus seres queridos en este momento tan doloroso”, escribió.
Mientras continúan las investigaciones, la ciudad ha reforzado la presencia policial en espacios públicos y ha habilitado líneas de asistencia para quienes requieran apoyo emocional tras los acontecimientos. La comunidad de Vancouver, unida en el dolor, se prepara para rendir homenaje a las víctimas en una vigilia programada para el próximo fin de semana.
