Meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, y mientras continúan los combates en la región ucraniana oriental del Donbás, delegados de Moscú y Kyiv firmaron un acuerdo que permitirá la reanudación de parte de las exportaciones de cereales desde la región, según confirmó el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El acuerdo cuenta con la mediación de Turquía y las Naciones Unidas, y delegados de todas las partes viajaron a la ciudad turca de Estambul para su firma tras la conclusión de una última ronda de negociaciones.
En un tuit desde Estambul, la ciudad sobre el Estrecho del Bósforo, Oleksandr Kubrakov, ministro de Infraestructuras y representante de la delegación de Ucrania, dijo que «desbloquear los puertos de Ucrania es una gran contribución a la seguridad alimentaria del mundo».
«Agradezco a la ONU y a Antonio Guterres personalmente por apoyar la Iniciativa sobre el transporte seguro de cereales», agregó.
Por otro lado, el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, viajó también Estambul para la firma del acuerdo, según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
«El presidente (de Rusia, Valdimir) Putin ha dicho que, en el contexto de la crisis alimentaria que se avecina, es muy importante desbloquear las vías de suministro a los mercados mundiales: fertilizantes, alimentos y cereales», dijo Peskov.
Mientras que el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo el jueves en su cuenta de Twitter que la firma era un «primer paso» para resolver la crisis alimentaria.
¿En qué consiste el acuerdo?
Aún se desconocen los detalles del documento firmado por Ucrania, Rusia y Turquía con el auspicio de la ONU, pero entre algunas de las disposiciones discutidas durante las negociaciones, según Reuters, se encuentran las siguientes:
Buques ucranianos guiarán la entrada y salida de barcos cargados de grano a través de un corredor en aguas portuarias minadas en el Mar Negro; En total podrán moverse 5 millones de toneladas de granos al mes; Rusia aceptará una tregua mientras se realicen los envíos a través de tres puertos ucranianos, incluido el de Odesa, y en torno a cualquier buque afectado al traslado; Turquía inspeccionará los barcos para disipar los temores de Rusia de que puedan llevar armas de contrabando, y establecerá un Centro de Coordinación Conjunta en Estambul para actuar en caso de conflicto; Se estima que podría pasar semanas antes de que comiencen los primeros envíos, debido a los numerosos detalles logísticos que deben sortearse.
Según Peskov, se trata de una «cantidad relativamente pequeña» de grano ucraniano contemplado en el acuerdo.
«Pero aun así, es muy importante que este grano llegue a los mercados mundiales, y que las restricciones indirectas que se aplican a nuestras mercancías permitan también que el mercado reciba volúmenes adicionales de fertilizantes, grano, etc.», añadió.

¿Se avecina una crisis de energía a nivel mundial?
En tanto Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de gabinete del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, advirtió que «en caso de provocaciones, (habrá) una respuesta militar inmediata».
«Ninguna escolta de transporte por parte de los barcos rusos y ninguna presencia de representantes rusos en nuestros puertos», tuiteó este viernes.
Rusia y Ucrania son dos de los mayores exportadores de cereales, especialmente trigo y girasol, del mundo, y desde el inicio de la guerra las exportaciones ucranianas han estado seriamente limitadas por el conflicto, especialmente dado que Rusia controla las aguas del Mar Negro, en cuya costa se asientan los principales puertos ucranianos.
Ambos países representan un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y el 60% de las de aceite de girasol, y de cada 100 calorías de alimentos comercializadas en el mundo, 12 vienen de Rusia y Ucrania, de acuerdo con datos del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias.
La merma en las exportaciones ucranianas y la situación global causada por la guerra han impactado en los precios globales de los alimentos, dado que hay unas 20 millones de toneladas de granos retenidas en Ucrania.
Según datos de junio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios de los alimentos en el mundo subieron un 17% desde el inicio de la guerra en febrero, y un 21% en el caso de los granos.
Funcionarios en Occidente han acusado a Moscú de «militarizar» los suministros de alimentos, y mientras líderes y expertos advertían de una catastrófica crisis alimentaria al no poder llegar al mercado mundial millones de toneladas de cereales ucranianos debido a la guerra.
Según la ONU, unas 49 millones de personas podrían sufrir de hambre como consecuencia de la guerra, dado que entre el 20% y el 30% de las tierras agrícolas de Ucrania habrían quedado sin sembrar o cosechar este año a causa del conflicto; 50% de las tierras dedicadas al trigo y 40% de las dedicadas al centeno estaban bajo ocupación rusa al momento de la siembra.
Putin, sin embargo, ha negado estas acusaciones y ha argumentado que las sanciones de Occidentes son responsables de la crisis alimentaria.
«No impedimos la exportación de granos ucranianos. Los militares ucranianos han minado los accesos a sus puertos, nadie les impide limpiar esas minas y nosotros garantizamos la seguridad del envío de grano desde allí», dijo Putin en junio, durante un encuentro con el presidente de Indonesia, Joko Widodo, según Reuters.
Rusia también ha sido acusada de robar grano ya cosechado en las regiones de Ucrania que está ocupando, aunque el Kremlin lo ha negado reiteradas veces.