Con miras al inicio del nuevo periodo legislativo previsto para el 14 de mayo de 2025, las bancadas de la Revolución Ciudadana (RC) y Acción Democrática Nacional (ADN) han comenzado a delinear sus respectivas estrategias para participar en la elección de las nuevas autoridades de la Asamblea Nacional. Ambos bloques, que suman la mayor cantidad de curules en el nuevo Legislativo, han optado por realizar reuniones internas para definir su postura frente a los comicios parlamentarios.
Este miércoles, los miembros de la bancada de ADN se reunirán en Guayaquil en una cita liderada por la legisladora Anabella Azín, una de las figuras clave del movimiento. Durante el encuentro, se prevé que definan los ejes de negociación y el perfil de los candidatos que propondrán para ocupar cargos clave como la Presidencia y Vicepresidencia de la Asamblea.
La bancada de Revolución Ciudadana, por su parte, también está sosteniendo encuentros internos para evaluar las posibilidades de construir una mayoría que le permita impulsar una agenda legislativa afín a su proyecto político. Fuentes cercanas al bloque señalan que han comenzado a explorar acercamientos con otros legisladores independientes o de agrupaciones más pequeñas, que no alcanzan el número requerido para conformar una bancada oficial.
En este nuevo periodo, RC se perfila como la primera minoría en el Parlamento, seguida de ADN, lo que convierte a ambas fuerzas en actores decisivos para la configuración de la nueva estructura legislativa. Según los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), entre ambas suman más del 50% de los escaños, aunque por separado no logran una mayoría absoluta, lo que obliga a negociar con otros sectores.
Fuentes parlamentarias indican que tanto RC como ADN estarían dispuestos a dialogar con movimientos como Construye, Pachakutik y algunos legisladores independientes, en busca de acuerdos que les permitan controlar las principales dignidades del Legislativo. La elección de las autoridades de la Asamblea es clave, ya que definirá la dinámica política del país para los próximos años y el rumbo de las decisiones legislativas.
Ambos bloques coinciden en que el proceso debe estar marcado por la transparencia, el diálogo y la búsqueda de consensos, aunque también reconocen que las diferencias ideológicas podrían dificultar ciertas alianzas. No obstante, hay voluntad política para alcanzar acuerdos que garanticen gobernabilidad y estabilidad institucional.
