Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, se encuentra en una situación crítica tras su detención en EE.UU., donde es elegible para la pena de muerte. Este viernes, el tribunal que supervisa su caso, el Tribunal Federal Este de Brooklyn, anunció que la decisión final sobre su posible condena capital recae en las autoridades judiciales más altas. Zambada se declaró no culpable de los 17 cargos que enfrenta, incluyendo delitos graves como tráfico de drogas, asesinato y operaciones de una empresa criminal continua.
El pasado 14 de septiembre, Zambada se presentó ante el juez Brian Cogan, quien también se encargó del caso de Joaquín “Chapo” Guzmán, otro conocido líder del cártel, condenado a cadena perpetua en EE.UU. por cargos similares. La próxima audiencia está programada para el 15 de enero.
El fiscal general, Merrick Garland, deberá decidir si se procede con la pena capital. Desde su asunción en 2021, Garland ha mantenido una moratoria sobre las ejecuciones federales, un cambio de política respecto a la administración anterior, que llevó a cabo numerosas ejecuciones en un corto período. La única excepción a esta moratoria se produjo a principios de este año, cuando se ejecutó a un supremacista blanco responsable de un tiroteo en Búfalo, Nueva York.
Zambada, quien fue arrestado el 25 de julio en Nuevo México, llegó a EE.UU. en un pequeño avión junto a Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo”. Durante su detención, Zambada alegó haber sido víctima de una emboscada y haber sido engañado por Guzmán López, quien supuestamente le prometió beneficios a cambio de su cooperación.
El narcotraficante enfrenta cargos serios, que incluyen el tráfico de fentanilo, un potente opioide que ha contribuido a un alarmante aumento de muertes por sobredosis en EE.UU. En su primera comparecencia, Zambada lucía un notable cambio de apariencia, con un abundante bigote y cabello canoso que contrastaba con su imagen más juvenil de años anteriores.