¿Te imaginas jugar una partida de bingo o un tablero al estilo del clásico Monopoly, pero con ingredientes tan ecuatorianos como el encebollado, la Isla Mocolí o frases populares como “¡de ley!”? Esa es la propuesta creativa de tres emprendedores ecuatorianos que decidieron transformar los pasatiempos tradicionales en un homenaje lúdico a la identidad local.
La idea surgió de la nostalgia, del deseo de compartir en familia y con amigos juegos que no solo diviertan, sino que también celebren lo cotidiano y lo propio de la cultura nacional. El resultado: versiones personalizadas de juegos como el bingo y un juego de tablero similar al Monopoly, pero con un toque 100% ecuatoriano.
Los tableros, cartas y fichas están repletos de referencias que conectan al instante con la vida diaria del país: desde platillos icónicos como el ceviche o el hornado, hasta lugares emblemáticos como la Isla Mocolí, el malecón de Guayaquil o la Mitad del Mundo. También incluyen expresiones coloquiales que los ecuatorianos usan en conversaciones informales.
Detrás de esta iniciativa están tres jóvenes emprendedores que combinan creatividad, pasión por su cultura y una visión empresarial. Su objetivo es claro: ofrecer una forma de entretenimiento distinta que refuerce la identidad ecuatoriana y, al mismo tiempo, genere una fuente de ingresos sostenible.
«Queríamos que la gente se ría, se reconozca, se acuerde de su familia o de sus viajes al jugar», comenta uno de los creadores, quien asegura que cada elemento del juego fue pensado para despertar emociones y memorias compartidas.
Estos juegos de mesa ya se comercializan en redes sociales y ferias de emprendimiento. Han tenido una recepción positiva, especialmente entre quienes buscan regalar algo original, auténtico y útil para el tiempo en familia. Además, se posicionan como una excelente opción educativa para enseñar a niños y jóvenes sobre las costumbres del país de manera divertida.