Durán, Guayas – La violencia que azota Durán encontró una respuesta contundente por parte del Bloque de Seguridad. Un doble asesinato desencadenó una incursión militar y policial a gran escala en diversas zonas del conflictivo sector de El Arbolito, resultando en la abatidos de dos antisociales y la aprehensión de otros siete individuos en medio de operativos y persecuciones de película.
La acción se desató cuando uniformados emprendieron una persecución implacable para capturar a tres presuntos sospechosos del doble crimen. El enfrentamiento no se hizo esperar: en un intercambio de disparos entre la fuerza pública y los sicarios, dos de los delincuentes fueron abatidos por personal policial. Un tercer individuo, que resultó ileso, fue capturado. Este último sería, según las primeras indagaciones, un presunto miembro de la peligrosa banda criminal Los Chone Killer, con un amplio prontuario que incluye antecedentes por asesinato, tráfico de sustancias y extorsión.
El Ministro del Interior, John Reimberg, se pronunció enérgicamente sobre el suceso, haciendo un llamado directo a la judicatura. «Insto a jueces y fiscales a cumplir su labor y poner a criminales en la cárcel», declaró Reimberg, enfatizando la necesidad de que el sistema judicial actúe con la misma contundencia que las fuerzas del orden. Esta declaración refleja la persistente tensión entre el Ejecutivo y la Función Judicial en el combate a la impunidad del crimen organizado.
La operación en Durán no solo se limitó al abatido de los dos sicarios y la captura del tercero. Las labores de inteligencia y operativos de seguimiento permitieron la aprehensión de otros siete individuos vinculados a diversas actividades delictivas en el cantón, reforzando la tesis de que las bandas criminales operan con redes de apoyo extendidas.
Durán, un punto crítico en la crisis de seguridad de Ecuador, sigue siendo un desafío constante para las autoridades. La presencia de grupos como Los Chone Killer y otras organizaciones delictivas ha sumido al cantón en una espiral de violencia, con el sicariato, la extorsión y el microtráfico como pan de cada día. La contundencia de esta intervención del Bloque de Seguridad busca recuperar el control territorial y devolver la tranquilidad a sus habitantes.
Este operativo envía un mensaje claro: la impunidad no será tolerada. La colaboración entre militares y policías es fundamental para golpear las estructuras criminales y llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, el llamado del Ministro del Interior a jueces y fiscales es una advertencia de que la eficacia de estos operativos también depende de que los delincuentes permanezcan tras las rejas, garantizando que el esfuerzo de las fuerzas del orden no sea en vano.