El debate sobre la solicitud de destitución del presidente Guillermo Lasso, entró en receso alrededor de la medianoche del domingo, y el presidente de la Asamblea anunció que se reanudará este martes, a las 11:00 de la mañana.
En medio de la discusión, el jefe de bloque del oficialismo, Juan Fernando Flores, denunció que varios legisladores han sido víctimas de asedio en sus viviendas y llamadas con ofrecimientos, mientras el debate se desarrolla.
“Mientras otros estamos debatiendo, las llamadas, las amenazas y la persecución para que los legisladores voten como algunos grupos políticos quieren e insisten y se están dando”, dijo.
El independiente Fernando Villavicencio también denunció que al menos cinco legisladores fueorn tentados con sobornos económicos para cambiar sus votos y apoyar la destitución. Además, arremetió contra el presidente de la Conaie, Leonidas Iza. “El señor Iza es un correísta a carta cabal, representa un modelo de terror que no ha funcionado en ninguna parte del mundo”, dijo, tras fustigar que las protestas han ocasionado el desabastecimiento de víveres y tanques de oxígeno para hospitales, como si se tratara de una guerra.
Ramiro Frías, otro de los legisladores de la ID, dijo que recibió llamadas telefónicas y mensajes con exigencias para que vote por la destitución; sin embargo, ratificó que está en contra de esta opción, al considerar que se debe defender la democracia y la institucionalidad del país.
El oficialista Patricio Cervantes aseguró que personas del pueblo Caranqui fueron hasta su domicilio en Ibarra con pancartas y consignas a presionarlo y que también intentaron ingresar al domicilio de su colega Blanca Sacancela, quien estuvo a punto de quebrarse en el Pleno.
Otro de los asambleístas que denunció amenazas fue Rafael Lucero, donde un grupo de personas acudió a su vivienda familiar en Cotopaxi a gritar y presionar para que vote en contra de Lasso.
Joel Abad, cuestionó la legitimidad de la elección de Lasso y aseguró que en las últimas elecciones el movimiento indígena “ganó en 14 de las 28 provincias del país”, cuando no advirtió el error porque son 24.
También hubo denuncias de legisladores oficialistas de CREO y de la Izquierda Democrática sobre presiones que reciben a través de llamadas telefónicas, visitas y manifestaciones con gritos frente a sus domicilios para que respalden la destitución de Lasso.