El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, reafirmó este viernes la posición del Gobierno de Nicolás Maduro frente a Estados Unidos, asegurando que las Fuerzas Armadas Nacionales no permitirán la instauración de un “gobierno arrodillado” a los intereses de Washington. Las declaraciones se produjeron durante una transmisión por la televisión estatal VTV, en la que reiteró la lealtad de los militares al presidente Maduro, en el poder desde 2013.
“Interprétenlo como quieran: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no va a permitir aquí un gobierno arrodillado a los intereses de Estados Unidos. Más nunca seremos esclavos, somos un país libre”, enfatizó Padrino, reafirmando el discurso de soberanía que Caracas ha mantenido frente a las presiones internacionales.
El pronunciamiento se da en medio de un nuevo incremento de tensiones entre Caracas y Washington, luego de que Estados Unidos anunciara el despliegue de un portaaviones junto a una flota de apoyo para reforzar las operaciones antinarcóticos en el Caribe. Según fuentes militares estadounidenses, la misión involucra buques de guerra, aviones de combate y miles de efectivos desplegados en la región.
Estas maniobras ya han generado enfrentamientos. Informes preliminares señalan el bombardeo de al menos diez embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico, con un saldo estimado de 40 personas fallecidas. En respuesta, el presidente estadounidense Donald Trump declaró que su gobierno evalúa “todas las opciones”, incluyendo posibles ataques en territorio venezolano.
Padrino calificó este movimiento militar como “la amenaza más importante en los últimos 100 años” contra Venezuela. “Nosotros no queremos guerra, lo que queremos es paz”, añadió el ministro, insistiendo en que el país no cederá ante presiones externas ni amenazas armadas.
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro ha pedido públicamente a Trump restablecer el diálogo bilateral. En repetidas ocasiones, el mandatario venezolano ha insistido en su disposición a conversar con Estados Unidos, pero siempre bajo condiciones de respeto mutuo y sin imposiciones.
Las Fuerzas Armadas venezolanas, pieza clave del poder político en el país, han reiterado en múltiples ocasiones su apoyo incondicional a Maduro, considerado por sus aliados como garante de la soberanía nacional frente a lo que califican como “agresiones imperialistas”. Desde su llegada al poder, Maduro ha fortalecido la estructura militar dentro del gobierno, asignando a oficiales posiciones estratégicas en ministerios y empresas estatales.
El discurso de Padrino refuerza la línea oficial de Caracas: resistir cualquier intento de injerencia extranjera y mantener la unidad entre las fuerzas armadas y el poder civil. Sin embargo, el creciente despliegue militar estadounidense en la región eleva las tensiones y mantiene en vilo la estabilidad del Caribe y Sudamérica.

