Un nuevo episodio de violencia sacudió la tranquilidad de los habitantes de El Fortín, en el noroeste de Guayaquil, cuando sujetos no identificados lanzaron artefactos explosivos sobre varias viviendas del sector. El ataque se registró cerca de la medianoche del martes, provocando daños materiales y un fuerte temor entre los vecinos, quienes corrieron a resguardarse en el interior de sus casas.
Según los primeros reportes de las autoridades, los delincuentes habrían llegado en motocicletas, se acercaron a las viviendas y arrojaron explosivos de fabricación casera o tipo artesanal, que generaron fuertes detonaciones. Aunque no se registraron víctimas mortales ni heridos, el incidente dejó a la comunidad profundamente consternada.
“El estruendo fue tan fuerte que pensamos que era un tiroteo o un carro bomba. Tuvimos que refugiarnos en los cuartos con nuestros hijos”, relató una vecina, aún nerviosa por lo ocurrido. Los moradores del sector aseguran que este tipo de hechos violentos se han vuelto cada vez más frecuentes, a pesar del refuerzo policial anunciado en semanas anteriores.
El Comando de la Policía Nacional en Guayaquil informó que se inició una investigación para identificar a los responsables y determinar si este ataque está vinculado a bandas criminales que operan en la zona, muchas de las cuales utilizan explosivos para amedrentar o enviar mensajes a rivales.
Especialistas en seguridad advierten que este tipo de atentados representa una escalada en las formas de violencia urbana, y que el uso de explosivos en zonas residenciales pone en grave riesgo la vida de familias enteras. Además, hacen un llamado a las autoridades locales y nacionales para implementar medidas más efectivas en materia de inteligencia, vigilancia y control territorial.
Los residentes de El Fortín han solicitado mayor presencia policial y patrullajes continuos, así como la instalación de cámaras de seguridad y sistemas de alerta comunitaria. Mientras tanto, la sensación de inseguridad sigue creciendo en barrios populares de Guayaquil, donde el crimen organizado ha ganado espacio en medio de una compleja situación social.
