Perspectivas Rusas sobre las Elecciones de EE.UU.: ¿Qué Le Conviene a Putin?

INTERNACIONAL

A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el Kremlin adopta una postura más cautelosa en comparación con la euforia que acompañó la victoria de Donald Trump en 2016. En aquel entonces, el político ultranacionalista ruso Vladimir Zhirinovsky celebró el triunfo de Trump de manera ostentosa, gastando una fortuna en 132 botellas de champán para festejar en la Duma, el parlamento ruso. Esta celebración fue solo una de muchas, ya que Margarita Simonyan, directora de RT, también expresó su alegría en redes sociales, prometiendo conducir por Moscú con una bandera estadounidense.

Las expectativas eran altas. Muchos en Rusia creían que Trump eliminaría las sanciones impuestas por la administración de Barack Obama y posiblemente reconocería la anexión de Crimea. Konstantin Remchukov, director de Nezavisimaya Gazeta, resaltó que el atractivo de Trump radicaba en su enfoque desinteresado sobre los derechos humanos en Rusia. Sin embargo, esta euforia se desvaneció rápidamente cuando Trump impuso sanciones aún más severas durante su mandato, dejando a muchos decepcionados con su administración.

Ocho años después, la reacción oficial rusa ante la posibilidad de un segundo mandato de Trump es más cautelosa. Putin ha hecho comentarios aparentemente humorísticos sobre Kamala Harris, la candidata demócrata, pero es evidente que su interés real radica en lo que Trump dice sobre temas como la ayuda militar a Ucrania y la guerra. Mientras Trump critica la magnitud del apoyo estadounidense a Ucrania y evita condenar abiertamente a Putin por la invasión, Harris ha defendido el apoyo a Ucrania como un “interés estratégico” para EE.UU., llamando a Putin un “dictador asesino”.

El Kremlin podría beneficiarse de un resultado electoral muy ajustado, que genere caos y confusión en EE.UU. Tras unas elecciones disputadas, la atención de Estados Unidos podría desviarse de los asuntos internacionales, incluida la guerra en Ucrania. Las relaciones entre ambos países han sido tensas desde la administración Obama, se deterioraron con Trump y, según el recientemente fallecido embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, están “desmoronándose” bajo Biden.

Apenas ocho meses después de una cumbre entre Biden y Putin, el presidente ruso lanzó una invasión a gran escala de Ucrania. Desde entonces, la administración Biden ha impuesto sanciones y ha proporcionado asistencia militar clave a Ucrania, que incluye tanques Abrams y sistemas de cohetes HIMARS.

Es difícil recordar un tiempo en que ambos países trabajaron juntos para mejorar la seguridad global. En la década de 1980, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov colaboraron para reducir los arsenales nucleares, un símbolo de la cooperación internacional que hoy parece distante. En 1991, las primeras damas de ambos países inauguraron un monumento en Moscú, simbolizando la amistad entre niños soviéticos y estadounidenses.

En la actualidad, la percepción de Estados Unidos entre los rusos es variada. Algunos, como Igor, un pescador, expresan un deseo de que EE.UU. “desaparezca”, viéndolo como un eterno enemigo. Otros, como Svetlana, anhelan paz y amistad, lamentando la falta de comunicación entre amigos en ambos países. Nikita, por su parte, prefiere a Trump, argumentando que durante su mandato no hubo guerras significativas.

A pesar de las tensiones, hay un deseo entre algunos rusos de que las mujeres puedan ocupar roles de liderazgo en el futuro, con varios expresando que sería interesante ver a una mujer en la presidencia.

Así, las elecciones en Estados Unidos se presentan como un tema de interés en Rusia, donde la cautela de los funcionarios contrasta con las esperanzas y preocupaciones del público.

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