Doménica Mañay y Christian Arana, dos jóvenes misioneros cristianos evangélicos, han salido públicamente a aclarar que fueron falsamente acusados de ser escopolaminadores tras una imagen que circuló masivamente en redes sociales la semana pasada. El caso ha generado indignación y preocupación en la comunidad religiosa y en usuarios de plataformas digitales, por el impacto negativo que este tipo de desinformación puede causar.
Ambos jóvenes explicaron que su labor consiste en compartir mensajes de fe y ofrecer oraciones a personas en lugares públicos de Guayaquil, una práctica que realizan de forma voluntaria y pacífica. Sin embargo, fueron fotografiados mientras realizaban su prédica y, sin fundamento alguno, etiquetados como presuntos delincuentes.
“Nos acercamos a las personas con respeto, diciendo simplemente: ‘¿Puedo orar por usted?’. Nunca imaginamos que eso sería tergiversado”, indicó Doménica en una entrevista para medios locales. La imagen que fue difundida en grupos de WhatsApp y publicaciones en Facebook afirmaba, erróneamente, que los jóvenes utilizaban escopolamina para cometer delitos.
Ante esta situación, Mañay y Arana interpusieron una denuncia por difamación y calumnia, y solicitaron que las autoridades investiguen el origen de la falsa información. También exhortaron a la ciudadanía a no compartir contenidos no verificados que puedan causar daño a personas inocentes.
La difusión de noticias falsas en redes sociales es un fenómeno que sigue creciendo en Ecuador y, según datos del Observatorio de Medios Digitales, al menos el 40 % de los contenidos virales en el país en lo que va de 2025 carecen de verificación o provienen de fuentes anónimas. Este caso es un claro ejemplo de cómo una imagen sin contexto puede derivar en daños personales, emocionales y legales.
“Solo queríamos compartir esperanza y oración. Esta situación nos ha afectado profundamente, pero seguimos firmes en nuestra fe”, señaló Christian Arana, quien además expresó que continuarán con su misión, aunque ahora con mayor precaución respecto al entorno digital.
Organizaciones religiosas han manifestado su respaldo a los jóvenes y han hecho un llamado a la tolerancia y al respeto a la libertad de culto y expresión. Mientras tanto, la Fiscalía ya ha iniciado una revisión de las publicaciones virales para determinar si existió intención dolosa y quiénes serían los responsables.