En un discurso que eleva la tensión en Medio Oriente, el nuevo presidente de Irán, Masud Pezeshkian, lanzó una fuerte advertencia a Israel: cualquier nueva agresión será respondida con una acción “más devastadora” que las anteriores. Las declaraciones se producen en medio de una escalada retórica y militar que preocupa a la comunidad internacional.
Pezeshkian, quien asumió recientemente la presidencia, dejó en claro que Irán no dará marcha atrás en su programa nuclear. “Nuestro desarrollo tecnológico y científico es un derecho soberano. No aceptaremos presiones ni chantajes”, expresó durante una conferencia en Teherán. Con estas palabras, el mandatario ratificó que su gobierno continuará impulsando la actividad atómica, a pesar de las amenazas externas.
La advertencia directa a Israel ocurre tras recientes ataques e incidentes atribuidos al país hebreo en territorio iraní. Según fuentes regionales, estos ataques han afectado tanto instalaciones militares como centros vinculados al programa nuclear de Irán. La respuesta de Teherán, sin embargo, aún no ha alcanzado su punto máximo, según altos funcionarios de defensa.
«Si Israel vuelve a cruzar la línea roja, nuestra reacción será rápida, precisa y mucho más destructiva», aseguró un portavoz del Ministerio de Defensa iraní, citado por la agencia estatal IRNA. Las autoridades también señalaron que las Fuerzas Armadas del país están en “estado de máxima preparación” para responder ante cualquier acción hostil.
El conflicto entre Israel e Irán ha aumentado notablemente en los últimos meses, con incidentes que incluyen ciberataques, sabotajes y ofensivas no reconocidas públicamente por ninguna de las partes. Analistas advierten que una escalada abierta podría involucrar a otras potencias regionales y generar una crisis internacional de mayor escala.
La comunidad internacional ha pedido moderación. La ONU y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) han reiterado su llamado a que Irán retome las conversaciones nucleares y permita inspecciones completas. No obstante, el nuevo gobierno iraní ha mostrado poco interés en ceder ante exigencias externas.
Israel, por su parte, ha reiterado su postura de que no permitirá que Irán desarrolle armamento nuclear. “Todas las opciones están sobre la mesa”, señaló recientemente un alto funcionario israelí, haciendo eco de la política de defensa anticipada que ha guiado al Estado hebreo en los últimos años.
En este contexto, la advertencia de Teherán representa una intensificación significativa del discurso oficial, dejando abierta la posibilidad de una confrontación directa si continúan los ataques en su territorio.
