El Gobierno de Ecuador está considerando un plan de racionamiento de energía destinado al sector industrial, como parte de sus esfuerzos para afrontar la crisis energética que afecta al país. La ministra de Producción, Sonsoles García, junto al ministro de Energía, Antonio Goncalves, están evaluando esta iniciativa.
Durante una reciente entrevista en Radio Pública, García explicó que la propuesta implica que algunas industrias podrían detener sus operaciones por un día a la semana. “Estamos trabajando con el ministro Goncalves para coordinar con las empresas distribuidoras un plan de racionamiento”, comentó. Esta estrategia podría permitir que, aunque una industria se detenga un día, opere a plena capacidad los otros seis días de la semana.
La ministra subrayó que no todas las industrias se verían afectadas por este plan, ya que algunas, como las que producen oxígeno para hospitales o cloro para la potabilización de agua, no pueden permitirse interrupciones en su producción. “Pequeños cortes de luz pueden generar grandes problemas, no solo en los costos, sino en su operatividad”, enfatizó García.
Este anuncio marca la primera vez que una autoridad ecuatoriana menciona la posibilidad de un racionamiento energético para el sector industrial, un hecho que ha despertado la atención de diferentes actores económicos.
La situación se agrava en un contexto donde el Ministerio de Energía, en respuesta a la creciente demanda eléctrica, hizo una convocatoria a las empresas para que enciendan sus generadores de energía entre las 09:00 y las 18:00 del viernes 20 de septiembre. Esta medida busca mitigar la presión sobre la red eléctrica nacional y reducir la dependencia de la energía convencional.
En este contexto, la industria enfrenta desafíos significativos. Las empresas deben prepararse para posibles cambios en sus operaciones, así como para la necesidad de ajustar sus procesos productivos. Las medidas de racionamiento podrían afectar tanto la productividad como la rentabilidad, lo que obliga a las industrias a replantear sus estrategias operativas.
A medida que el Gobierno continúa buscando soluciones, la implementación de un plan de racionamiento podría tener repercusiones importantes en la economía del país y en el bienestar de sus ciudadanos. La situación actual exige una respuesta rápida y efectiva, no solo para asegurar el suministro de energía, sino también para mantener la estabilidad en el sector industrial.
