Un nuevo hecho de violencia relacionado con estafas en la compraventa de vehículos sacudió a la ciudad de Quito. Dos personas fueron víctimas de un ataque brutal en el sector de Guápulo, al norte de la capital, luego de haber sido engañadas por supuestos compradores interesados en adquirir un automóvil.
Según el reporte policial, las víctimas fueron amordazadas y arrojadas desde el antiguo puente de Guápulo hacia el río, en lo que habría sido una emboscada premeditada. Una de las personas perdió la vida en el acto, mientras que la otra sobrevivió con heridas de gravedad. Este hecho ocurrió el pasado martes alrededor de las 15:00, según confirmó el mayor David Quezada, jefe del Distrito Manuela Sáenz de la Policía Nacional.
La alerta fue recibida a través del ECU911, que envió unidades de emergencia al lugar tras recibir reportes de una persona herida. Al llegar, los agentes encontraron al sobreviviente e iniciaron una operación de búsqueda y rescate que posteriormente confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de la segunda víctima.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los supuestos compradores se habrían ganado la confianza de las víctimas mediante redes sociales, un método comúnmente usado por bandas delictivas que se especializan en estafas digitales y robos violentos. Las autoridades presumen que, tras acordar un punto de encuentro para concretar la compra, los delincuentes redujeron a sus víctimas y ejecutaron el ataque.
Ante este alarmante suceso, la Policía Nacional exhortó a la ciudadanía a tomar precauciones extremas al realizar transacciones comerciales con desconocidos. Entre las recomendaciones se incluye realizar estos encuentros en lugares públicos, preferiblemente cerca de unidades policiales, evitar entregar documentos personales y no acudir solos a citas con posibles compradores.
Las investigaciones continúan, y se espera que en las próximas horas se emita información oficial sobre la identidad de los agresores y el avance del caso. Mientras tanto, este hecho reaviva la preocupación por el crecimiento de delitos relacionados con fraudes en ventas de vehículos en plataformas digitales.