Ecuador se prepara para nuevas movilizaciones sociales a partir de este viernes, 15 de noviembre, convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Esta jornada de protestas, definida como «movilizaciones territoriales», ha sido impulsada por el descontento hacia el gobierno del presidente Daniel Noboa, que enfrenta crecientes críticas por su manejo de la crisis energética y la inseguridad en el país.
Protestas y movilización social: ¿Qué demanda la Conaie?
El 13 de noviembre, en una asamblea celebrada en la sede de la Conaie en Quito, líderes indígenas manifestaron su rechazo a la administración de Noboa. El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, quien también es precandidato presidencial por el movimiento Pachakutik, anunció que las movilizaciones comenzarán este viernes y podrían unirse a una manifestación convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) para el 21 de noviembre.
En sus declaraciones, Iza expresó que Ecuador está atravesando una de las crisis más graves de su historia, citando específicamente la falta de electricidad, la incertidumbre sobre el suministro de agua potable y el aumento de la inseguridad. «Exigimos la verdad, no relatos que cambian cada día. Necesitamos que el presidente actúe con urgencia», afirmó Iza, haciendo un llamado al gobierno para que asuma medidas efectivas ante estos problemas.
¿Un paro nacional o una movilización social?
Aunque muchos se preguntan si estas manifestaciones constituyen un paro nacional, la convocatoria de la Conaie no incluye la paralización total de las actividades laborales. En su lugar, se trata de un llamado a la movilización social, que implica una protesta pública donde diversos grupos sociales se agrupan para expresar sus demandas y posiciones frente al gobierno.
Según la Real Academia Española, un «paro» se refiere a la suspensión de actividades de trabajo, generalmente realizado por un grupo de trabajadores, y está asociado a una huelga. Sin embargo, las protestas convocadas por la Conaie no buscan paralizar las labores del país, sino más bien promover una expresión pública masiva en las calles, con el fin de visibilizar los problemas que aquejan a las comunidades indígenas y la población en general.
Protestas en Cuenca y las demandas de los pueblos indígenas
El malestar contra el gobierno de Noboa también se ha reflejado en otras protestas recientes, como la realizada en Cuenca, donde miles de personas se reunieron para rechazar las políticas gubernamentales. En esa movilización, que contó con la participación de ciudadanos de diversas provincias del país, los manifestantes expresaron su oposición a las privatizaciones y a las políticas extractivas relacionadas con la minería. Según los organizadores, estas iniciativas afectan directamente los territorios indígenas y amenazan el bienestar de las comunidades locales.
Los participantes en esta protesta también exigieron al gobierno que adopte medidas más efectivas para enfrentar la crisis energética y la creciente inseguridad, dos temas que siguen siendo una preocupación clave para las comunidades indígenas en varias regiones del país.
Impacto de las movilizaciones: ¿Qué esperar?
Las protestas anunciadas por la Conaie están siendo vistas como una muestra de la creciente insatisfacción social con el manejo del gobierno de Daniel Noboa, particularmente en lo que respecta a la crisis energética y la seguridad. Los indígenas, que representan una porción significativa de la población ecuatoriana, han sido cada vez más vocales en su descontento, y las movilizaciones del 15 de noviembre buscan seguir visibilizando sus demandas.
El llamado de la Conaie ha tenido eco en diversas organizaciones sociales que se han comprometido a participar en las movilizaciones. Es probable que esta jornada de protestas se una a las convocatorias del FUT, lo que podría generar una gran movilización en varias ciudades del país. De hecho, los manifestantes en Cuenca han señalado su intención de unirse a las protestas del 15 de noviembre, lo que podría amplificar la presencia de estas movilizaciones a nivel nacional.
En un contexto en el que la inseguridad y las dificultades económicas siguen afectando a las familias ecuatorianas, la respuesta del gobierno de Noboa será crucial para determinar el curso de estas protestas y si las demandas de los sectores sociales se ven reflejadas en políticas públicas concretas.