La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) confirmó recientemente que las estufas de camping que contienen gas propano o butano están completamente prohibidas en vuelos dentro de Estados Unidos, tanto en el equipaje de mano como en el facturado.
El anuncio se dio luego de que agentes de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Pensacola, en Florida, detectaran una estufa portátil con su tanque de gas aún conectado. El pasajero aseguró desconocer que el artículo estaba prohibido, pero aun así, el objeto fue retirado y se le explicó que este tipo de equipamiento representa un riesgo grave a 36.000 pies de altura.
Según la TSA, este tipo de combustible se considera un material inflamable y peligroso, y su transporte puede derivar en multas que van desde los 450 hasta los 2.570 dólares. En casos más graves, como el intento de llevar explosivos, las sanciones pueden alcanzar los 17.000 dólares.
Aunque las estufas limpias y completamente libres de combustible sí podrían ser transportadas bajo ciertas condiciones, cualquier residuo, incluso en forma de vapor, las hace inadmisibles a bordo. Por eso, si planeas viajar para acampar este verano, asegúrate de que tu estufa esté completamente limpia y vacía antes de empacarla, o evalúa comprar el combustible en tu destino.
La publicación original de la TSA en redes sociales generó múltiples reacciones. Algunos usuarios se mostraron incrédulos ante el desconocimiento del viajero, mientras que otros aprovecharon para bromear sobre la calidad de la comida en los aviones, comparándola con la que podrían preparar con una estufa de camping.
Este tipo de recordatorios, aunque parezcan obvios para algunos, son fundamentales para garantizar la seguridad de todos los pasajeros y para evitar inconvenientes innecesarios en los controles de seguridad.