Segundo Alejandro Castillo, quien recientemente finalizó su etapa como técnico de Barcelona SC, está siendo vinculado con una posible contratación en la Liga MX. Su salida, confirmada el 19 de junio de 2025, ha desatado rumores sobre su próximo destino, con medios de la región mencionando un interés concreto por parte de clubes mexicanos.
Fin de ciclo en Barcelona SC
En su paso al mando del equipo guayaquileño, Castillo dirigió 24 partidos, logrando 12 victorias, 4 empates y 8 derrotas. Bajo su liderazgo, el club alcanzó un invicto de siete encuentros en la liga y obtuvo una destacada victoria de 3‑0 sobre Corinthians en la Copa Libertadores. A pesar de esto, su contrato culminó por mutuo acuerdo justo cuando Barcelona SC ocupaba el tercer lugar en la tabla nacional, a apenas dos puntos del líder.
Perfil profesional y estilo
A los 42 años, Castillo se convirtió en el primer entrenador ecuatoriano en completar una temporada completa en Barcelona SC en más de una década. Además de su balance táctico, su carisma y presencia —como el memorable uso de un esmoquin blanco durante compromisos oficiales— le dieron una imagen diferenciadora tanto en medios como entre seguidores deportivos.
🇲🇽 Posibilidad de debut en México
Con su salida oficializada, clubes de la Primera División mexicana han comenzado a evaluar su perfil. Su experiencia combinada en Liga Pro y Copa Libertadores, junto con su capacidad para generar visibilidad mediática, lo posicionan como un candidato atractivo para proyectos que busquen renovar estilo y liderazgo.
Ventajas competitivas de su perfil
- Trayectoria táctica sólida: dirigido procesos clave en ligas nacionales y torneos sudamericanos.
- Elevado valor mediático: su imagen pública y presencia en eventos le otorgan valor añadido a nivel de marketing.
- Adaptabilidad regional: conocimiento del fútbol sudamericano que facilita la transición a la Liga MX.
Próximos pasos
Actualmente sin club, Castillo podría concretar una negociación en las próximas semanas. Su posible llegada a la Liga MX implicaría liderar un cuerpo técnico nuevo y definir objetivos claros: equilibrar el rendimiento defensivo con una propuesta de juego atractiva y construir una identidad competitiva.
