La Audiencia Nacional de España ha autorizado la extradición de William Joffre Alcívar Bautista, conocido como «Comandante Willy», líder de la organización criminal ecuatoriana Los Tiguerones. La decisión, emitida el 5 de mayo de 2025, está sujeta a que las autoridades ecuatorianas proporcionen garantías suficientes para asegurar la integridad y derechos humanos de Alcívar durante su reclusión en el sistema penitenciario del país.
Alcívar fue arrestado en octubre de 2024 en la localidad de Segur de Calafell, en la provincia de Tarragona, España, junto a su hermano Álex Iván Alcívar Bautista, alias «Ronco». Ambos residían en España con documentación falsa y eran considerados cabecillas de Los Tiguerones, una banda criminal catalogada como «terrorista» por el gobierno ecuatoriano debido a su implicación en actos de violencia y terrorismo. Entre los delitos atribuibles a la organización se encuentran el asalto armado al canal de televisión TC Televisión en Guayaquil en enero de 2024, el asesinato del fiscal César Suárez, quien investigaba dicho asalto, y múltiples atentados con coches bomba en diversas regiones de Ecuador.
La Audiencia Nacional española condicionó la extradición a que Ecuador implemente medidas efectivas para garantizar la seguridad de los reclusos en sus centros penitenciarios. Según informes, las cárceles ecuatorianas carecen de control efectivo, permitiendo la operación de grupos delictivos organizados que podrían poner en riesgo la vida e integridad de los internos. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido comunicados alertando sobre esta situación.
La Fiscalía General del Estado de Ecuador procesó a Alcívar bajo el artículo 103 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona con penas de 22 a 26 años de prisión a quienes produzcan, filmen o transmitan pornografía infantil, especialmente cuando el autor es un familiar directo. Además, el artículo 104 del COIP tipifica como delito la comercialización de dicho material, imponiendo penas de hasta 13 años de cárcel.
La extradición de «Comandante Willy» representa un avance significativo en los esfuerzos por desmantelar las estructuras delictivas transnacionales que operan en Ecuador y en la región. Las autoridades ecuatorianas han expresado su compromiso de cumplir con los requisitos establecidos por la justicia española para asegurar una extradición segura y conforme a los estándares internacionales de derechos humanos.