El Ministerio de Educación informó que el contenido relacionado con Cívica, Ética y Ciudadanía volverán a impartirse en las aulas de los planteles educativos del Ecuador .
Sin embargo, la cartera de Estado aclaró que este contenido no será enseñado como una materia independiente, sino que se incluirá de forma transversal en las distintas materias que toman los alumnos.
Con esto, la cartera de Estado busca que los docentes aborden temáticas de interés social y fortalecimiento de los valores con el objetivo de disminuir la corrupción, pero sin aumentar más carga al currículo.
Según El Comercio, Andrés Ruiz, subsecretario de Fundamentos Educativos, explicó esta se trata de una medida integral, que puede incluir la creación de proyectos y actividades complementarias de aprendizaje dentro de la jornada estudiantil.
El Gobierno ha solicitado apoyo de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Droga y el Delito (Onudd).
Estas agencias cuentan con programas de ciudadanía y educación, que han sido puestos en práctica en otros países. En Ecuador, el Ministerio de Educación ha compartido la guía a los planteles educativos y la ministra Brown anunció que están dando soporte con capacitación docente para aterrizar estos temas en el aula.
Oña, especializado en Innovación Educativa, asegura que estas herramientas internacionales son útiles, siempre que sean institucionalizadas. Por eso sugiere que no sean solo un anexo que puedan utilizar los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE), sino que sea parte de la malla curricular para formar ciudadanos responsables con un criterio más humanista.

Una guía para construir sociedades justas.
La educación juega un papel importante en la construcción de sociedades justas y pacíficas. Esa es la esencia de la guía La educación para la ciudadanía mundial: enseñar una cultura de la legalidad, de las Naciones Unidas.
Este programa educativo está dirigido a niños y jóvenes, y se enfoca en la enseñanza de derechos y el estado de derecho, con referentes éticos. Además, da apoyo a los educadores con herramientas pedagógicas interactivas para que los estudiantes cuenten con los medios para que sean escuchados.
El programa tiene un enfoque holístico, inclusivo e involucra a un amplio círculo. Desde docentes, padres y la comunidad escolar, hasta instituciones gubernamentales, empresas y organizaciones de la sociedad civil como actores de un proceso de aprendizaje de derechos y lucha contra la corrupción. El objetivo de esta integralidad es abrirse espacio más allá de las escuelas.