Un devastador atentado sacudió este domingo una iglesia en Siria, dejando al menos 20 personas muertas y varias decenas de heridos. El ataque ocurrió durante una ceremonia religiosa en un templo cristiano de la región noreste del país, cuando un artefacto explosivo fue detonado en medio de los fieles congregados.
Según testigos presenciales, la explosión generó escenas de pánico absoluto. “Había niños llorando, personas cubiertas de sangre y cuerpos en el suelo”, relató uno de los asistentes que logró salir ileso del lugar. En el templo se encontraban presentes familias enteras, incluidas personas mayores, al momento del ataque.
Las autoridades locales señalaron que el autor del atentado sería presuntamente un integrante del grupo extremista Estado Islámico, que ha intensificado sus actividades en la región durante los últimos meses. Aunque el grupo aún no ha reivindicado el ataque, funcionarios de seguridad afirmaron que el perfil del atentado coincide con su modus operandi.
El Ministerio de Salud de Siria confirmó que entre los fallecidos se encuentran al menos tres menores de edad y cinco adultos mayores, mientras que más de 30 personas fueron trasladadas a centros hospitalarios con heridas de diversa gravedad. Algunos permanecen en estado crítico.
El atentado tuvo lugar en una zona que ha sido escenario de violencia intermitente desde el inicio del conflicto armado en Siria hace más de una década. Aunque los principales frentes de batalla se han reducido, grupos extremistas como el Estado Islámico continúan operando en células dispersas, especialmente en áreas rurales y poco controladas.
Organizaciones internacionales de derechos humanos condenaron el ataque, calificándolo de “crimen contra civiles indefensos” y pidieron una investigación urgente. La ONU también expresó su preocupación por el repunte de ataques contra minorías religiosas en zonas de conflicto.
En respuesta, las fuerzas sirias, en coordinación con milicias aliadas, lanzaron una operación de rastreo en los alrededores de la iglesia atacada, buscando posibles cómplices y trazando la ruta de ingreso del presunto terrorista.
El Papa Francisco expresó su dolor por lo ocurrido durante la misa dominical en el Vaticano, y pidió a la comunidad internacional actuar con firmeza para proteger a las poblaciones vulnerables en Medio Oriente.
Este nuevo ataque refleja la frágil estabilidad que aún persiste en muchas zonas de Siria, donde, pese a la disminución de enfrentamientos directos, la amenaza del terrorismo sigue latente.