En sus primeras dos semanas de trabajo, la Asamblea Nacional, liderada por el presidente legislativo Niels Olsen, ha iniciado su gestión con una hoja de ruta centrada en los proyectos de ley de carácter urgente remitidos por el Ejecutivo. Esta decisión estratégica marca un claro respaldo a las prioridades del presidente Daniel Noboa, mientras se construye paralelamente la agenda legislativa propia para los próximos dos años.
Hasta el momento, el Legislativo ha dado prioridad a dos iniciativas clave que buscan enfrentar problemáticas estructurales del país, como la seguridad interna y la eficiencia en la administración pública. Ambas propuestas están siendo tramitadas con carácter de urgente, lo que reduce los plazos para su análisis y aprobación.
El primer proyecto en discusión es la Ley Orgánica para Desarticular la Economía Criminal Vinculada al Conflicto Armado Interno, que será debatido en el pleno este viernes 30 de mayo de 2025. Esta normativa ha sido modificada respecto a la propuesta original del Ejecutivo, incorporando ajustes planteados durante su revisión en la Comisión de Desarrollo Económico, presidida por la legisladora Valentina Centeno (ADN).
Este cuerpo legal pretende reforzar la capacidad del Estado para combatir estructuras delictivas relacionadas con el narcotráfico, el lavado de activos y otras actividades ilícitas que alimentan el conflicto armado interno declarado en el país. También contempla mecanismos para la cooperación interinstitucional y la protección de los derechos humanos en contextos de seguridad complejos.
Por otro lado, la segunda propuesta urgente es el Proyecto de Ley Orgánica de Innovación y Fortalecimiento de la Gestión Pública, remitido por Noboa el 27 de mayo. Esta iniciativa busca modernizar la administración estatal mediante la implementación de tecnologías, inteligencia artificial y modelos de gestión más ágiles y transparentes. El proyecto también fue asignado a la Comisión de Desarrollo Económico, que prepara el informe para su primer debate.
La alineación entre el Ejecutivo y la Asamblea ha sido destacada por analistas como una señal de gobernabilidad y de voluntad política para responder a los retos más apremiantes del país. De hecho, tanto el presidente Noboa como Niels Olsen han coincidido en que la colaboración entre poderes del Estado será clave para lograr avances significativos en los primeros meses del nuevo periodo legislativo.
Este arranque marca una diferencia notable frente a periodos anteriores, en los que la confrontación entre funciones del Estado ralentizaba el proceso legislativo. Ahora, con una visión compartida, se espera que la aprobación de estas leyes siente las bases para reformas estructurales más amplias en los próximos meses.