En los últimos años, varias plataformas han surgido como alternativas a X, anteriormente conocido como Twitter, manteniendo una dinámica y un aspecto similares al de la popular red social. Desde que Elon Musk adquirió Twitter y lo transformó en X, muchos usuarios comenzaron a buscar opciones para diversificar sus interacciones digitales. Aunque X sigue siendo el líder indiscutible con 550 millones de usuarios activos al mes, otras plataformas han ganado terreno, destacándose Threads, Bluesky y Mastodon.
Bluesky: El regreso a los orígenes de Twitter
Bluesky es una de las principales opciones que ha atraído la atención de aquellos que extrañan los primeros días de Twitter. Fundada por Jack Dorsey, cofundador de Twitter, Bluesky fue lanzada en 2023 con el objetivo de crear una versión descentralizada y mejorada de la antigua plataforma. Aunque nació como un proyecto paralelo de Twitter en 2019, Bluesky sigue el mismo modelo básico de publicación de mensajes cortos, pero con nuevas características que permiten al usuario mayor control sobre su experiencia.
Entre las opciones que ofrece, destaca la posibilidad de elegir quién puede ver tus publicaciones, bloquear listas enteras de usuarios y personalizar qué contenido te recomienda el algoritmo. En resumen, Bluesky ofrece una mayor libertad para gestionar las interacciones, lo cual contrasta con las restricciones de X en la actualidad.
Threads: La propuesta de Meta frente a X
Threads, lanzado por Meta (la empresa matriz de Facebook e Instagram), es la respuesta directa de Mark Zuckerberg a X. Con un diseño similar a la plataforma de Musk, Threads se vincula directamente con Instagram, lo que permite a los usuarios de esta red social un acceso instantáneo sin necesidad de un nuevo registro. Este fácil acceso contribuyó a que Threads acumulase rápidamente 175 millones de usuarios.
A pesar de ser similar a X, Threads presenta algunas diferencias importantes. El algoritmo juega un papel más destacado en la selección de contenido, y la plataforma no permite mensajes directos ni etiquetas, lo que simplifica las interacciones. Además, Threads tiene una moderación de contenidos más estricta, lo que reduce la propagación de noticias falsas y discursos extremos. Los contenidos políticos, aunque permitidos, no son promovidos por el algoritmo, lo que marca una diferencia con X, donde los debates políticos son muy visibles.
Mastodon: La red social descentralizada
A diferencia de Threads y Bluesky, Mastodon presenta un modelo más complejo y una filosofía completamente diferente. Se trata de una red descentralizada de código abierto, lo que significa que no hay una sola plataforma centralizada, sino miles de comunidades autónomas, llamadas «instancias», que operan de manera independiente. Esto permite que los usuarios se unan a comunidades específicas según sus intereses, ya sea tecnología, videojuegos u otros temas.
Mastodon ofrece mensajes de hasta 500 caracteres, mucho más largos que los 280 caracteres de X. Cada comunidad tiene sus propias normas de moderación, lo que le da una mayor flexibilidad, pero también puede hacer que la experiencia de usuario varíe considerablemente de una instancia a otra. Aunque es más difícil de usar para quienes están acostumbrados a X, su enfoque descentralizado atrae a quienes buscan mayor control sobre sus interacciones digitales.
Truth Social y Parler: Redes para los “antiwoke”
Después del asalto al Capitolio en 2021, surgieron plataformas como Truth Social y Parler, dirigidas principalmente a quienes defienden la libertad de expresión sin moderación de contenido. Parler, que llegó a reunir 16 millones de usuarios, fue una de las primeras en atraer a los seguidores de Donald Trump tras su expulsión de Twitter. Años después, Trump lanzó su propia red, Truth Social, que ha atraído a un público más reducido, con alrededor de 1.5 millones de usuarios.
Estas plataformas se caracterizan por su falta de restricciones en cuanto a contenido, lo que ha permitido que comentarios racistas, sexistas y violentos sean más comunes. Sin embargo, su popularidad sigue siendo limitada en Estados Unidos y prácticamente inexistente en Europa, ya que muchas personas rechazan su enfoque permisivo.