Francia recuerda este jueves el décimo aniversario de los atentados del 13 de noviembre de 2015, cuando una serie de ataques coordinados por el grupo Estado Islámico dejó 132 víctimas mortales en París. Diez años después, el “dolor sigue vivo”, como expresó el presidente Emmanuel Macron en la red social X, al encabezar los actos conmemorativos junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Los homenajes comenzaron en los lugares donde ocurrieron las tragedias: el Estadio de Francia, varios cafés y terrazas del centro de la capital, y la sala de conciertos Bataclan, donde se registró el mayor número de víctimas. En la jornada también se inauguró el Jardín del Recuerdo, un espacio junto al Ayuntamiento de París destinado a mantener viva la memoria de los fallecidos y sobrevivientes.
“El dolor sigue vivo. En fraternidad, por las vidas truncadas, los heridos, las familias y los seres queridos, Francia recuerda”, escribió Macron en su mensaje.
Los ataques del 13 de noviembre de 2015 fueron los más mortíferos en Europa durante la década de 2010. Aquella noche, tres terroristas se inmolaron cerca del Estadio de Francia, donde se disputaba un partido entre Francia y Alemania al que asistía el entonces presidente François Hollande. Luego, otros atacantes armados abrieron fuego contra civiles en cafés y restaurantes antes de irrumpir en el Bataclan, donde asesinaron a unas 90 personas durante un concierto del grupo Eagles of Death Metal.
De los diez atacantes, nueve murieron durante la operación policial o al detonar sus explosivos. El único sobreviviente, Salah Abdeslam, fue capturado meses después en Bélgica y cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad. Según su abogada, Abdeslam estaría dispuesto a participar en una iniciativa de justicia restaurativa si las víctimas lo desean.
El aniversario llega mientras Francia avanza en la construcción del Museo Memorial del Terrorismo, previsto para abrir en 2029. El espacio albergará cerca de 500 objetos relacionados con los ataques y sus víctimas, como una entrada del concierto del Bataclan, donados por familiares.
Memoria y resiliencia
Los familiares de las víctimas insisten en que el tiempo no ha cerrado las heridas. Sophie Dias, hija de Manuel Dias —la primera víctima mortal de aquella noche— expresó: “Nos dicen que pasemos página diez años después, pero la ausencia es inmensa, el impacto sigue intacto y la incomprensión aún reina”.
Arthur Dénouveaux, presidente de la asociación de víctimas Life for Paris, aseguró que este aniversario simboliza la fortaleza de la sociedad francesa frente al terror: “Queremos recordar que los terroristas no ganaron esa noche”.
Algunos familiares, sin embargo, aún no logran enfrentar el recuerdo. Stéphane Sarrade, cuyo hijo Hugo fue asesinado en el Bataclan, confesó que no ha podido volver al lugar desde entonces: “Soy incapaz de ir allí”, dijo a AFP.
Miles de ciudadanos se congregaron en la plaza de la República, donde hace diez años colocaron flores, velas y mensajes de apoyo. “Diez años después, la herida sigue abierta”, afirmó Antoine Grignon, uno de los asistentes.
Un nuevo tipo de amenaza
Desde 2015, el panorama del terrorismo en Europa ha cambiado. Según el fiscal antiterrorista francés, Olivier Christen, la amenaza actual proviene de individuos radicalizados dentro del país, muchos de ellos jóvenes o incluso menores de edad. “Son chicos aislados, en situación de fracaso escolar, que pasan mucho tiempo en las redes sociales, donde los algoritmos los conducen a contenidos de ultraviolencia”, explicó.
El grupo Estado Islámico fue derrotado militarmente en 2019 en Siria e Irak, pero su ideología persiste en redes digitales. Las autoridades francesas continúan reforzando la vigilancia y los programas de prevención para evitar nuevos atentados.
Diez años después, París no olvida. Entre el dolor y la memoria, Francia reafirma su compromiso de que el horror de aquella noche no se repita jamás.

