La presidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz, ofreció un emotivo discurso en Guayaquil el 9 de octubre de 2024, durante la conmemoración de los 204 años de independencia de la ciudad. La sesión se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG) y comenzó a las 11:00.
Veloz, quien asumió la presidencia tras la renuncia de Henry Kronfle del Partido Social Cristiano, subrayó la importancia histórica de Guayaquil, señalando que su lucha por la libertad es un ejemplo de resiliencia y valentía para las nuevas generaciones. “Gracias a Guayaquil por haber luchado para que seamos libres”, afirmó Veloz, recordando cómo la ciudad fue epicentro de la pandemia de COVID-19 hace cuatro años debido a la ineficacia de sus líderes. Ahora, según la presidenta, Guayaquil enfrenta una nueva crisis marcada por la inseguridad y la violencia, con un alarmante aumento de muertes violentas.
La titular del Legislativo hizo un llamado a la colaboración entre las autoridades locales y nacionales para abordar los problemas que afectan no solo a Guayaquil, sino a todo el país. “Aquellos que no comprenden la necesidad de esta unidad no están gobernando en beneficio de los ecuatorianos”, enfatizó Veloz.
En su discurso, destacó las características únicas de los guayaquileños: su alegría, gastronomía y riqueza cultural. Citó una famosa frase de la canción “Nuestro juramento” de Julio Jaramillo para ilustrar la intensidad con la que se debe amar a la ciudad y al país. “Guayaquil es la memoria de un país y una ciudad que nos dice basta de odio y vamos al cambio”, concluyó.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, no estuvo presente en el evento. En su lugar, la vicealcaldesa Blanca López recibió una condecoración en nombre del cabildo. López recordó que, aunque Guayaquil ya no enfrenta cañones como en 1820, sigue luchando contra la inseguridad, comprometida a mantener a la ciudad como un faro de inspiración para Ecuador.
Durante la sesión, se entregó la Condecoración Vicente Rocafuerte a varias instituciones y personalidades. El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, el coro Notas de Luz, la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, y el actor Francisco Pinoargotti fueron galardonados por su mérito cultural. En el ámbito profesional, Eduardo Díaz Navarrete y Guillermo Espín Alarcón recibieron reconocimientos, al igual que el rector de la Universidad de Guayaquil, Francisco Morán Peña.
La condecoración también fue otorgada póstumamente a María Esther Quiñónez y Mario Elías Bravo por su contribución a la gastronomía ecuatoriana, así como al educador Ottón Lara Montiel. Nelsa Curbelo, activista social, también recibió la Condecoración Matilde Hidalgo.
El evento inició con una reseña de la gesta independentista de 1820, recordando cómo Guayaquil rompió el yugo español y permitió que José Joaquín de Olmedo gobernara el territorio, que fue independiente hasta 1822. Se presentó un video conmemorativo en honor a la ciudad, y el coro de niños no videntes Notas de Luz ofreció una actuación musical centrada en temas de inclusión y motivación, cerrando con la emblemática canción “Guayaquil de mis amores”.