Este viernes, 21 de febrero de 2025, se registró un incidente alarmante en el cantón Baba, en la provincia de Los Ríos, cuando un cabo primero de la Policía Nacional fue secuestrado y posteriormente su vehículo fue incendiado. La alerta fue activada cerca del mediodía cuando un grupo de agricultores encontró el automóvil del oficial, el cual se encontraba completamente quemado en una guardarraya de la zona, en el sector La Samira 2.
Según el reporte policial, los agricultores que realizaron el hallazgo indicaron que el vehículo aún estaba en llamas cuando fue encontrado. Al tratarse de un incidente de violencia vinculado a un agente de la ley, el hecho provocó una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales, quienes activaron un operativo de búsqueda y rescate para dar con el paradero del policía y esclarecer los detalles de lo sucedido.
El agente secuestrado pertenece al distrito La Florida de Guayaquil y, hasta el momento de la publicación de este informe, las autoridades no han ofrecido más detalles sobre las circunstancias del secuestro ni sobre los posibles responsables. Se desconoce si el hecho está relacionado con algún tipo de represalia o actividad delictiva organizada en la región.
El secuestro de miembros de la fuerza pública y el ataque a sus vehículos son actos de creciente preocupación para la seguridad en varias provincias del Ecuador, donde la presencia de bandas delictivas ha aumentado en los últimos meses. Los ataques a agentes de la ley se han convertido en una estrategia de intimidación para obstaculizar las investigaciones y aumentar la presión sobre las fuerzas de seguridad.
El evento, que involucró el incendio del vehículo, es un claro indicio de los métodos violentos que los delincuentes están utilizando en su confrontación con las autoridades. Esto resalta la vulnerabilidad a la que se enfrentan los policías en ciertas zonas del país, donde los grupos criminales operan con relativa impunidad. Además, la situación también refleja el deterioro de la seguridad en áreas rurales y suburbanas como Baba, donde la presencia del crimen organizado parece estar ganando terreno.
Las autoridades han señalado que, además de la búsqueda activa del policía secuestrado, se están realizando investigaciones en la zona para identificar a los responsables del ataque y tomar las acciones legales pertinentes. De igual manera, se ha instado a la comunidad a colaborar con las fuerzas del orden proporcionando cualquier información que pueda ser útil para esclarecer el caso y garantizar la seguridad de los ciudadanos y los agentes de la ley.
Este nuevo episodio de violencia es un llamado de atención sobre los desafíos que enfrenta Ecuador en términos de seguridad y sobre la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de control y combate al crimen organizado, que amenaza con desbordar las capacidades de las fuerzas de seguridad. Las autoridades continúan con los esfuerzos para garantizar la captura de los responsables y restaurar el orden en la región.
