En la noche del miércoles 5 de marzo, un hallazgo alarmante puso en alerta a los residentes de Samanes 6, en el norte de Guayaquil. Cerca de las 22:00, un ciudadano notificó a las autoridades sobre la presencia de varios artefactos explosivos en los exteriores de un local que anteriormente albergaba una peluquería.
Tras recibir la alerta, agentes de la Policía Nacional especializados en la manipulación de explosivos se desplazaron rápidamente hacia el lugar. A su llegada, los oficiales encontraron cuatro tacos de dinamita al pie del establecimiento. Afortunadamente, los artefactos no estaban activados, lo que permitió su retiro sin mayores incidentes ni riesgos para los vecinos.
Además de los explosivos, en el área se descubrieron varios panfletos, lo que sugiere que este no fue un hecho aislado. Según informes de los residentes, no es la primera vez que objetos de este tipo son dejados en el local, lo que generó aún más inquietud en la comunidad. Incluso, se indicó que los propietarios del establecimiento ya habrían abandonado el lugar debido a estos sucesos.
Como medida de seguridad, la Policía cerró temporalmente la calle Samanes, una de las principales vías del sector cercana al parque del barrio, mientras se realizaba el procedimiento de retiro de los artefactos. El cierre de la vía causó una breve interrupción del tráfico en la zona.
El incidente ocurrió en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en la ciudad. No fue el único evento de violencia registrado en Guayaquil en esa misma noche. En el noroeste de la ciudad, en el sector de Bastión Popular, se produjo un ataque armado que dejó como saldo dos personas fallecidas. Los agresores, que llegaron a bordo de un vehículo, dispararon contra un grupo de personas que se encontraba conversando en la calle. La Policía se encuentra investigando ambos incidentes, mientras la comunidad sigue inquieta por la escalada de hechos violentos en la ciudad.