Policía allana la oficina presidencial de Corea del Sur en medio de creciente presión para destituir a Yoon Suk-yeol

INTERNACIONAL

El cerco sobre el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, se intensifica a medida que avanza la investigación sobre su papel en la reciente declaración de la ley marcial en Corea del Sur. Este lunes, la policía realizó un allanamiento en la oficina presidencial, a pesar de la resistencia del servicio de seguridad, en busca de documentos cruciales relacionados con el decreto de excepción, que estuvo vigente entre el 3 y el 4 de diciembre. La situación se complica aún más por el intento de suicidio del exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, quien, tras su arresto por su implicación en los eventos, trató de quitarse la vida, aunque fue salvado por los funcionarios del centro de detención.

Kim, quien fue una pieza clave en la implementación de la ley marcial, se encuentra ahora en una celda especial bajo vigilancia, sin peligro para su vida. El exministro está acusado de insurrección y abuso de poder, además de intentar borrar pruebas clave, como conversaciones eliminadas en la aplicación Telegram, en las horas previas a la proclamación de la ley marcial. Con su arresto formal, la investigación sobre el presidente Yoon también está tomando fuerza, ya que se le investiga por insurrección, y se le ha prohibido salir del país.

Mientras tanto, la presión política sobre Yoon crece. La principal fuerza opositora de Corea del Sur, el Partido Democrático (PD), tiene previsto presentar hoy una nueva moción parlamentaria para destituir al presidente, una propuesta que ya está ganando terreno, ya que algunos miembros del partido gobernante han mostrado su disposición a participar en la votación.

La moción es el segundo intento de destitución del presidente, después de que la primera fuera bloqueada el pasado sábado por el Partido del Poder Popular (PPP), que se ha opuesto a cualquier acción en contra de Yoon. Sin embargo, varios miembros del PPP han indicado que esta vez apoyarán la destitución, lo que podría permitir a la oposición reunir los votos necesarios para apartar a Yoon de su cargo.

El allanamiento en la oficina presidencial, realizado por la policía surcoreana, se centró en la búsqueda de las minutas de una reunión secreta que Yoon tuvo con su gabinete antes de proclamar la ley marcial. A pesar de que la reunión fue extremadamente breve, de solo cinco minutos, el gobierno no ha podido proporcionar registros detallados de la misma, lo que ha generado aún más sospechas sobre las decisiones tomadas.

Además, la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango dejó abierta la posibilidad de arrestar a Yoon sin orden judicial, dada la gravedad de los cargos que enfrenta. Según la ley surcoreana, un presidente no puede ser procesado por delitos comunes durante su mandato, excepto por insurrección, que es un crimen grave que puede resultar en penas severas, incluida la pena de muerte (aunque actualmente en moratoria en el país).

El testimonio de militares involucrados en la implementación de la ley marcial ha revelado más detalles sobre los roles de Yoon y Kim en el proceso. Según Kwak Jong-eun, excomandante de la unidad especial “boinas negras”, Yoon ordenó por teléfono a sus subordinados que impidieran a los parlamentarios votar en contra de la ley marcial, una maniobra que fue considerada ilegal por los mandos militares. A pesar de las órdenes, el personal militar decidió no acatar las instrucciones, ya que sabían que podrían haber resultado en enfrentamientos violentos.

La situación también revela cómo Kim estaba preparado para un escenario de emergencia nacional dos días antes de que se declarara la ley marcial, lo que implica que los preparativos para el estado de excepción se habían planeado con anticipación, algo que intensifica la investigación.

La oposición sigue firme en su propósito de destituir a Yoon, y el Partido Democrático está decidido a presentar una nueva moción para lograrlo. Se espera que la moción sea registrada oficialmente mañana y que se vote el sábado. A pesar de los esfuerzos del PPP por evitar la destitución, los diputados del partido gobernante que ahora parecen dispuestos a participar en la votación podrían hacer posible que la moción pase.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *