Niña de 11 años se untó sangre para fingir muerte en tiroteo de Texas

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La niña se untó sangre de su amiga y se hizo la muerta durante el tiroteo de Texas; fue testigo de como mataban a sus compañeros.

Miah Cerrillo, de 11 años de edad, logró sobrevivir al tiroteo de Texas gracias a que se untó sangre de una amiga para fingir estar muerta mientras que Salvador Ramos, autor de la masacre, disparaba en contra de sus compañeros y maestras.

La menor que se encontraba en su clases en la escuela primaria Robb cuando Ramos ingresó y perpetró contra 19 niños y dos maestras.

De acuerdo a la cadena local KPRC, la niña pasó entre 40 minutos y una hora fingiendo su muerte, el tiempo que las autoridades creen que Ramos estuvo parapetado en la clase hasta que fue abatido por la policía en medio de la masacre en una escuela primaria que no será olvidada por mucho tiempo.

La niña se untó sangre de su amiga y se hizo la muerta.

Blanca Rivera, tía de la menor, relató para medios locales que la niña entró en «modo de supervivencia» para lograr sobrevivir a la masacre. «Mi cuñada dijo que vio a su amiga llena de sangre y se la esparció en su cuerpo», mencionó.

Miguel Cerrillo, padre de Miah, llegó lo más rápido que pudo a la escuela en cuanto se enteró del tiroteo. No pudo entrar en el centro, pero sí llegó a ver a su hija cubierta de sangre y transportada por la policía. La sangre no era producto de una herida de gravedad, sino la clave de su supervivencia. 

Miah logró salir con vida de la masacre, sin embargo, sus amigos, entre estos Amerie quien logró llamar al 911, perdieron la vida en el tiroteo iniciado por Salvador Ramos, un joven hispano de 18 años.

Declaraciones de Miah.

Miah Cerrillo habló en exclusiva con CNN sobre su horrible experiencia ese día dentro del salón de clases donde ocurrió el tiroteo masivo.

Miah y sus compañeros de clase estaban viendo la película «Lilo y Stitch» en el salón de clases de Eva Mireles e Irma García cuando los maestros se enteraron de que había un atacante en el edificio, según contó en el programa «New Day».

Una de las maestras fue a cerrar la puerta con llave, pero Miah dice que el atacante estaba justo allí y disparó por la ventana de la puerta.

Ella describió que la masacre sucedió muy rápido: su maestra entró en el salón de clases y el atacante la siguió. La niña contó que el atacante miró a uno de sus maestros a los ojos, dijo «buenas noches» y luego le disparó.

Abrió fuego, disparándole al otro maestro y a muchos de los amigos de Miah, quien contó que las balas volaron junto a ella y los fragmentos golpearon sus hombros y cabeza. Posteriormente, la niña fue tratada en el hospital y dada de alta por pequeñas heridas.

Irma García, maestra fallecida.

Miah dijo que después de disparar a los estudiantes de su clase, el sospechoso atravesó una puerta hacia un salón de clases contiguo. Y escuchó gritos, y el sonido de disparos en ese salón de clases. Sin embargo, después de que cesaron los tiros, dice que el atacante comenzó a tocar música, música triste. Ella describió la música como del tipo en el que «quieres que la gente muera».

La niña y un amigo lograron agarrar el teléfono de su maestra muerta y llamar al 911 para pedir ayuda. «Por favor, envíe ayuda porque estamos en problemas», contó la niña que le dijo al operador.

Miah aseguró que tenía miedo de que el atacante regresara a su salón de clases para matarla a ella y a algunos otros amigos sobrevivientes. Entonces, sumergió sus manos en la sangre de un compañero de clase, que yacía a su lado, ya fallecido, y luego se untó la sangre para hacerse la muerta.

La niña dijo también que sintió como que estuvo allí tres horas junto a sus amigos, cubierta con la sangre de su compañero de clase.

Luego contó que escuchó hablar de la policía esperando afuera de la escuela. Mientras contaba esta parte de la historia durante la entrevista, comenzó a llorar y dijo que simplemente no entendía por qué no entraron y los rescataron.

La madre de Miah reveló que su hija está traumatizada.  Los padres de la niña comenzaron un GoFundMe específicamente para pagar su terapia.

Miah estaba demasiado asustada para hablar frente a la cámara, o con un hombre, debido a lo que experimentó, pero quería compartir su historia para que las personas puedan saber cómo es vivir un tiroteo en la escuela. Ella dice que con suerte puede ayudar a evitar que una tragedia como esta le suceda a otros niños.

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