Los hijos de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez enfrentan problemas de matrícula en un colegio elitista de Portugal

DEPORTES

Los hijos de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez no podrán matricularse en el exclusivo St. Julian’s College de Portugal, a pesar de que la pareja había considerado este centro como la opción ideal para su educación. Este prestigioso colegio, que alberga a hijos de empresarios, políticos y diplomáticos, se ha visto envuelto en una controversia debido a preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los estudiantes.

Según informa el diario español ABC, la decisión de no aceptar a los hijos del famoso futbolista y la modelo se basa en presiones de otros padres del colegio. Estos padres, temerosos de que la constante atención mediática afectara a sus hijos, cuestionaron a la dirección del centro sobre cómo garantizarían la privacidad con la presencia diaria de la prensa en la entrada del colegio.

El programa de televisión portuguesa V+FAMA reveló que la inquietud de estos padres, también influyentes, fue determinante en la negativa de matrícula. La experiencia previa con celebridades, como la llegada de Madonna en 2017 con su hijo David Banda, ha dejado huella en la comunidad escolar. La presión mediática en ese caso llevó a algunos padres a pedir la expulsión del niño debido a la intrusión en la privacidad de sus propios hijos.

El St. Julian’s College, ubicado entre Cascais y Lisboa, es conocido por sus altos costos de matrícula, que oscilan entre $12,000 y $23,000 anuales. Esta tarifa convierte al colegio en uno de los más elitistas de la región, frecuentado por familias adineradas que buscan una educación internacional de calidad. Para Cristiano y Georgina, el colegio parecía la opción perfecta para ofrecer lo mejor a sus hijos, pero la situación se complicó inesperadamente.

Además de los problemas con el colegio, la pareja también ha enfrentado la desaprobación de sus vecinos. Desde hace un año, la construcción de su lujosa mansión ha generado molestias entre los habitantes de la zona, quienes han expresado su frustración por las obras interminables. «Llevamos tres años en construcción. La casa es tan grande que parece un hospital. Mi calle ha estado cerrada por meses y mi jardín está lleno de polvo», comentó un vecino, aludiendo a las dificultades provocadas por el proyecto.

A medida que Cristiano se acerca a los 40 años, la fecha en la que ha indicado que planea retirarse del fútbol, queda por ver cómo evolucionarán las relaciones con sus vecinos una vez que se instalen en su nueva residencia.

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