Dominique Pelicot, acusado de drogar a su esposa para facilitar decenas de violaciones, ha causado un retraso significativo en su juicio debido a problemas de salud. El proceso, que inicialmente debía comenzar el martes pasado, fue interrumpido cuando Pelicot se ausentó por enfermedad, y su estado no ha mejorado, lo que ha llevado a una nueva suspensión.
La abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, confirmó que el acusado no se presentó en la audiencia programada y advirtió que, a menos que se le sacara a la fuerza de su celda, no asistiría al tribunal de Aviñón, en el sur de Francia. El presidente del tribunal, Roger Arata, explicó que Pelicot, de 71 años, había sido sometido a un escáner que reveló un cálculo renal, una infección renal y problemas en la próstata.
El juicio, que involucra a 51 individuos, incluido Pelicot, ha sido pospuesto hasta el martes siguiente. Arata ha solicitado un informe médico para evaluar la posibilidad de un nuevo aplazamiento. Pelicot enfrenta graves acusaciones por drogar a su esposa y permitir que fuera violada por numerosos hombres entre 2011 y 2020. Además de Pelicot, otros 50 acusados, con edades entre 26 y 74 años, podrían enfrentar hasta 20 años de prisión.
El retraso ha causado una gran frustración entre los abogados y las partes involucradas en el proceso. La defensora de Pelicot, Zavarro, lamentó la situación y señaló que su cliente sigue dispuesto a declarar cuando se reanude el juicio. Las partes civiles y el fiscal también han criticado la interrupción, subrayando la tensión del proceso, que ha captado la atención tanto en Francia como a nivel internacional.
Los abogados de Gisèle Pelicot, la exesposa y principal víctima, y de sus hijos han expresado su preocupación por el hecho de que el juicio no se lleve a cabo con la presencia de Pelicot. El abogado Stéphane Babonneau calificó la situación como “anormal” y exigió una explicación sobre los retrasos en el tratamiento médico del acusado.
Este caso ha sido emblemático en el debate sobre la sumisión química, una práctica que utiliza drogas para cometer agresiones sexuales. Ha reavivado en Francia la discusión sobre el consentimiento y ha generado una fuerte respuesta pública. El sábado pasado, alrededor de 10,000 personas marcharon en Francia bajo el lema “todas somos Gisèle” para apoyar a la víctima. Gisèle Pelicot, quien ha rechazado la celebración del juicio a puerta cerrada, expresó su gratitud a los manifestantes y reafirmó su compromiso con la causa, diciendo: “Gracias a todos ustedes, tengo la fuerza para continuar esta lucha hasta el final. Dedico este combate a todas las personas víctimas de violencia sexual, no están solas”.
El caso de Pelicot no solo ha sacudido a Francia, sino que también ha planteado serias preguntas sobre la eficacia del sistema judicial en el tratamiento de casos de agresión sexual y la protección de las víctimas. La resolución de este juicio es esperada con gran expectación, mientras el tribunal enfrenta desafíos inesperados en su camino hacia la justicia.