El reciente incidente en Líbano, donde una explosión simultánea de bíperes de Hezbolá dejó al menos nueve muertos y miles de heridos, ha revelado un sofisticado y devastador ataque que se cree fue llevado a cabo por los servicios secretos israelíes. La explosión parece ser el resultado de una infiltración en la cadena logística del grupo islamista proiraní, marcando un nuevo éxito para los agentes israelíes.
Según una fuente cercana a Hezbolá, citada por AFP, la explosión afectó a una carga de mil bíperes importados por el grupo, que podrían haber sido comprometidos en su origen. Charles Lister, del Middle East Institute (MEI), sugirió que un pequeño explosivo, probablemente de tipo plástico, fue colocado junto a la batería de los bíperes y activado a distancia mediante un mensaje.
La infiltración en la cadena de suministro de Hezbolá es considerada una maniobra clave. Según el analista militar Elijah Magnier, los agentes israelíes podrían haberse infiltrado en el proceso de producción para añadir componentes explosivos y detonadores que pasaron desapercibidos. Mike DiMino, exanalista de la CIA, agregó que estos agentes pudieron haberse hecho pasar por proveedores o manipulado equipos directamente en los puntos vulnerables de la cadena logística de Hezbolá, como camiones o buques mercantes.
Riad Kahwaji, experto en seguridad basado en Dubái, planteó otra posibilidad: que una fábrica controlada por Israel podría haber fabricado y enviado estos dispositivos explosivos. Esta operación, aunque tecnológicamente básica, representa un notable éxito para los servicios secretos israelíes, similares a otros recientes como el asesinato en Teherán del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ocurrido a finales de julio.
El ataque del 7 de octubre de 2023, perpetrado por comandos de Hamás, había provocado una reacción devastadora en Gaza, con un saldo de 1.205 muertos y 251 secuestrados, de los cuales 97 siguen en cautiverio. Las represalias israelíes han resultado en la muerte de al menos 41.252 palestinos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños. Esta nueva operación contra Hezbolá refleja la creciente tensión entre Israel y el grupo libanés, aliado de Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que uno de los objetivos de su gobierno es permitir el regreso de los habitantes del norte de Israel que se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a los ataques de Hezbolá. El exagente de inteligencia israelí Avi Melamed comentó que esta operación, llevada a cabo con equipos básicos, podría aumentar el estrés y la presión sobre los líderes de Hezbolá.
El analista Mike DiMino señaló que este tipo de caos creado por las explosiones podría ser precisamente lo que precede a una posible incursión terrestre en Líbano destinada a desplazar a Hezbolá hacia el norte.