Explosión descontrolada de camaretas en la Alborada deja daños materiales y alarma en Guayaquil

ENTRETENIMIENTO

El 30 de diciembre de 2024, una explosión de camaretas en los exteriores de un centro comercial en la Alborada, al norte de Guayaquil, desató el pánico en la zona y dejó varios daños materiales. El incidente se originó cuando un grupo de menores de edad prendió varias camaretas en un puesto de venta de pirotecnia. Las chispas generadas por los artefactos encendidos provocaron que fundas con explosivos que se comercializaban en ese mismo lugar comenzaran a estallar sin control.

De acuerdo con testigos presenciales, el estallido causó que una gran cantidad de monigotes, figuras de cartón que se venden tradicionalmente en la ciudad para la celebración del fin de año, fueran consumidos por las llamas. En total, decenas de monigotes fueron destruidos, lo que representó una gran pérdida material para los comerciantes que tenían sus puestos en ese sector de alto tránsito.

El susto también se extendió al vehículo que se encontraba estacionado en el área, el cual sufrió daños considerables debido al incendio generado por las explosiones. Ante la magnitud del incidente, varios vendedores se mostraron profundamente afectados por lo sucedido. Uno de ellos señaló con preocupación: “Casi ha habido una desgracia aquí, nos salvamos, pero los monigotes no. Se destruyeron, tenemos bastante pérdida material”.

La alarma fue rápidamente atendida por las autoridades. El ECU911 recibió la alerta y, de inmediato, movilizó a personal de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. Los agentes policiales acordonaron el área para permitir el acceso de los bomberos, quienes llegaron para sofocar el incendio y controlar la situación.

El equipo de Bomberos de Guayaquil, al llegar al sitio, también detectó contaminación en parte de la mercadería de pirotecnia que se encontraba en el establecimiento afectado. Para evitar riesgos adicionales, los bomberos procedieron con la remoción de los productos peligrosos y los trasladaron a una zona segura.

Este hecho causó gran preocupación entre los comerciantes y los peatones de la Alborada, una de las áreas más comerciales de Guayaquil. En medio de la temporada de venta de años viejos, la explosión generó una serie de contratiempos para quienes se encontraban en la zona, tanto vendedores como compradores.

A pesar de la gravedad del incidente, afortunadamente no se reportaron personas heridas. Sin embargo, la explosión y los daños materiales dejaron a muchos con un fuerte impacto psicológico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *