El próximo 10 de enero se anticipa como un día decisivo para Venezuela, con dos figuras políticas, el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Edmundo González Urrutia, que afirman tomar el control del país en una jornada que promete estar marcada por una alta carga simbólica y política. Ambos aseguran que jurarán como presidentes, pero las circunstancias que rodean este evento han generado un sinfín de tensiones tanto dentro como fuera del país.
Las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela fueron muy cuestionadas por diversos actores, incluyendo a la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y varios países de la comunidad internacional. El Consejo Nacional Electoral (CNE) otorgó la victoria a Nicolás Maduro, pero las actas que validan el resultado no fueron publicadas, lo que alimentó la desconfianza sobre la transparencia del proceso. Por otro lado, la oposición denuncia que González Urrutia, quien vive exiliado en España, obtuvo un 70% de los votos según sus propios cálculos, y que ha mantenido su postura de regresar a Venezuela para asumir la presidencia el 10 de enero, a pesar de las amenazas del gobierno venezolano.
Actualmente, Nicolás Maduro cuenta con el respaldo de las instituciones del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas, y asegura que tomará el mando como presidente reelecto en la misma fecha. Sin embargo, esta disputa por la presidencia ha causado un clima de alta tensión política, tanto dentro como fuera de las fronteras venezolanas.
Para el 9 de enero, se espera que se desaten una serie de manifestaciones a nivel nacional, organizadas por figuras opositoras como María Corina Machado, una de las principales críticas del régimen chavista. Machado ha llamado a los venezolanos a salir a las calles para protestar contra lo que ella considera una «usurpación» del poder por parte de Maduro.
El regreso de Edmundo González a Venezuela
El regreso de Edmundo González a Venezuela no está exento de riesgos. Las autoridades venezolanas han amenazado con detenerlo bajo acusaciones de “conspiración” y “asociación para delinquir” si decide regresar al país para asumir la presidencia. Además, en los últimos días, la seguridad en Caracas ha aumentado considerablemente, lo que hace aún más difícil su posible entrada al país. Sin embargo, González cuenta con el respaldo de varios líderes políticos latinoamericanos, lo que podría cambiar la dinámica de su regreso.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana ha declarado que un grupo de nueve exmandatarios del grupo Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) acompañarán a González Urrutia en su regreso a Venezuela. Pastrana, en una entrevista con la emisora La FM, explicó que estos expresidentes tienen la obligación de apoyar a González en su viaje de regreso para tomar posesión de la presidencia. Según Pastrana, debido a la alta militarización de Venezuela, el único modo viable de entrar al país sería por aire.
Este grupo de expresidentes se reunirá en Panamá antes de viajar hacia República Dominicana, que será la última parada de González en su recorrido por América antes de llegar a Venezuela el 10 de enero. Sin embargo, las autoridades venezolanas ya han advertido que, si estos exmandatarios intentan ingresar al país, serán detenidos y puestos a disposición de la justicia. El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, ha hecho un llamado claro y directo a estos exmandatarios, advirtiendo que no se tolerarán intentos de ingreso sin las debidas autorizaciones.
La situación política en Venezuela está en un punto crítico, y la fecha del 10 de enero podría marcar un antes y un después en la historia reciente del país. Con un gobierno decidido a mantener el poder y una oposición que busca una nueva legitimidad, el futuro de Venezuela parece incierto. Este choque de legitimidades será observado de cerca por la comunidad internacional, que sigue evaluando las implicaciones de este conflicto para la estabilidad política de la nación.
