Recientes informes satelitales, obtenidos con ayuda internacional, han revelado que existen aproximadamente 2.000 hectáreas de plantaciones de coca en Ecuador, concentradas en tres provincias. Ante esta situación crítica, analistas proponen que es urgente aumentar la presencia del Estado y de las Fuerzas Armadas, así como identificar las áreas donde se industrializa la coca.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció el 14 de octubre que las operaciones militares comenzaron el pasado 11 de octubre. Noboa destacó que estas acciones podrían suponer un golpe significativo de $320 millones a las finanzas de organizaciones narcoterroristas vinculadas a redes criminales internacionales. Según el presidente, se estima que estas plantaciones ilegales han surgido en los últimos tres años.
Además, Noboa informó sobre la detección de zonas de minería ilegal en las cercanías de la frontera, donde se ha identificado una grave contaminación por mercurio. Wagner Bravo, exsecretario de Seguridad, comentó que hay un informe sobre el monitoreo de estas plantaciones entre enero y marzo de 2024, utilizando tecnología de imágenes satelitales.
Bravo subrayó que este hallazgo indica que las plantaciones de coca de Colombia están cruzando a Ecuador. A lo largo de los ríos Putumayo, San Miguel y Mataje, ha habido históricamente cultivos de coca silvestre. Bravo indicó que las Fuerzas Armadas han estado patrullando constantemente, detectando generalmente pequeñas extensiones de hasta dos hectáreas.
El analista enfatizó que las imágenes satelitales deben ser verificadas in situ. Observó que los militares han hallado regularmente dos hectáreas y media en áreas a lo largo de la frontera, donde el aumento del caudal del río puede dificultar la identificación del país al que pertenecen.
En Colombia, se estima que hay cerca de 240.000 hectáreas de hoja de coca, lo que lleva a Bravo a cuestionar la falta de una ofensiva internacional que obligue a países como Colombia, Perú y Bolivia a erradicar estos cultivos y convertirlos en plantaciones legales.
Luis Córdova, director del programa de Investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador, sugirió que es importante considerar quién emite el informe, el contexto y la motivación detrás del anuncio presidencial. Córdova explicó que la Oficina de Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) es la principal agencia involucrada en la elaboración de este informe, destacando su considerable presencia y financiamiento por parte de Estados Unidos en Ecuador.
El analista también mencionó que este contexto se enmarca en un plan más amplio establecido por el gobierno estadounidense y el anterior presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, para fortalecer las capacidades técnicas y estratégicas del país, inspirándose en el Plan Colombia. Esto podría justificar una mayor presencia militar estadounidense en la frontera norte de Ecuador, especialmente en el combate contra los cultivos ilícitos.
Córdova añadió que se han identificado áreas en la frontera norte, como Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, donde comunidades podrían estar iniciando o ya involucrándose en el cultivo de coca debido a la falta de políticas de desarrollo agrícola y rural.
Finalmente, el problema radica no solo en el cultivo de coca, sino en la industrialización de esta en cocaína, que es donde realmente se concentra la actividad del narcotráfico. Aunque los organismos de seguridad no han proporcionado muchos detalles sobre el informe al que accedió el medio internacional Infobae, se menciona que entre enero y marzo de 2024 se identificaron entre dos y 17 hectáreas de hoja de coca en las provincias mencionadas.
