El 3 de mayo de 2025, más de 2,5 millones de personas se reunieron en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, para asistir al concierto gratuito de Lady Gaga, convirtiéndolo en el espectáculo con mayor audiencia de una artista femenina en la historia. Sin embargo, horas antes del evento, la policía brasileña desactivó un plan de atentado que pretendía detonar explosivos durante el show.
La operación, denominada «Fake Monster», fue llevada a cabo por la Policía Civil del Estado de Río de Janeiro en colaboración con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública. Las investigaciones revelaron que un grupo extremista planeaba realizar un ataque utilizando explosivos improvisados y cócteles molotov, dirigido principalmente a la comunidad LGBTQIA+. Los sospechosos habían reclutado a jóvenes a través de internet, presentándose como seguidores de Lady Gaga para ocultar sus intenciones.
Dos personas fueron arrestadas en relación con el complot: un hombre adulto en Río Grande do Sul, identificado como líder del grupo y con antecedentes por posesión ilegal de armas, y un adolescente en Río de Janeiro, acusado de almacenar material relacionado con abuso infantil. Además, se realizaron 15 allanamientos en diferentes estados brasileños, donde se incautaron dispositivos electrónicos y otros materiales vinculados al plan.
A pesar de la gravedad de la amenaza, las autoridades optaron por mantener la operación en secreto hasta después del concierto para evitar causar pánico entre los asistentes. Lady Gaga y su equipo no fueron informados sobre el riesgo hasta que los medios de comunicación lo revelaron al día siguiente.
El evento, organizado por la productora Bonus Track en colaboración con la Alcaldía de Río de Janeiro, también tenía como objetivo impulsar la economía local, con una proyección de ingresos de hasta $106 millones. A pesar de la amenaza, el concierto se desarrolló sin incidentes, destacando la importancia de la colaboración entre las autoridades y los organizadores para garantizar la seguridad en eventos masivos.