China refuerza su política de natalidad con pagos directos a madres en licencia
China ha decidido intervenir de manera directa en su creciente crisis demográfica. A partir de noviembre, unas 25 provincias del país comenzarán a pagar la licencia de maternidad directamente a las madres, eliminando la mediación de los empleadores. La medida busca agilizar los desembolsos y mejorar la confianza en un sistema que, hasta ahora, sufría demoras y retenciones.
El cambio se produce en medio de un contexto alarmante: el país asiático registra una tasa de fertilidad de apenas 1.0 nacimientos por mujer, una de las más bajas del planeta. De acuerdo con Newsweek, el número ideal para mantener una población estable es de 2.1 nacimientos por mujer, lo que deja a China muy por debajo del umbral necesario para sostener su crecimiento poblacional.
Una estrategia ante el colapso demográfico
El Gobierno chino espera que esta reforma contribuya a frenar el rápido envejecimiento de la población y a incentivar la maternidad, en un país donde cada vez más mujeres posponen o descartan tener hijos. Entre las principales razones destacan la discriminación laboral, los altos costos de crianza y las dificultades para conciliar la vida profesional con la familiar.
Hasta ahora, las empresas recibían los fondos de las oficinas locales de seguridad sanitaria para luego transferirlos a las trabajadoras. Sin embargo, este proceso burocrático generaba retrasos de varios meses. Una mujer de apellido Wang, residente en Zhuzhou, provincia de Hunan, relató a la televisión estatal —según recoge Newsweek— que tuvo que esperar ocho meses para recibir su subsidio.
Con la nueva modalidad, el Gobierno depositará directamente el pago en la cuenta bancaria de cada madre durante los 98 días de licencia estándar, que incluyen 15 días antes del parto. Esta medida busca garantizar que las trabajadoras reciban sus beneficios sin depender de intermediarios.
Inclusión de trabajadoras informales
El demógrafo He Yafu, citado por Global Times, destacó que la reforma también beneficiará a las mujeres que trabajan en la economía informal, quienes anteriormente quedaban excluidas del sistema de seguridad social. Según la Administración Nacional de Seguridad Sanitaria, el modelo alcanzará hasta el 90% de las áreas administrativas donde se distribuyen fondos de seguro social.
No obstante, aún hay siete provincias y municipios —entre ellos Beijing— que no han implementado completamente el sistema, aunque se prevé que lo hagan en los próximos meses.
Incentivos adicionales para tener hijos
El programa se suma a otras iniciativas que el Gobierno ha impulsado en los últimos años, como subsidios en efectivo por cada hijo, ayudas para vivienda y beneficios educativos. Sin embargo, aún existe escepticismo entre los expertos sobre si estas medidas serán suficientes para revertir la tendencia.
La caída sostenida de la natalidad es un desafío compartido con otros países asiáticos, como Japón y Corea del Sur, donde el envejecimiento poblacional amenaza la sostenibilidad económica a largo plazo. En el caso chino, la preocupación es mayor, pues su crecimiento económico depende en buena parte de una fuerza laboral abundante, cada vez más reducida.
Mientras tanto, la sociedad china continúa debatiendo los efectos del alto costo de vida y de una cultura laboral que no siempre favorece la maternidad. Para muchas mujeres jóvenes, las políticas de apoyo económico siguen sin compensar las barreras estructurales que dificultan formar una familia.

