En 18 días de paro nacional, el riesgo país llegó a su pico más alto de 1.210 puntos pero luego que se dio fin a las paralizaciones, este indicador empezó a bajar de a poco pero sigue en sus niveles más altos. El 28 de junio se cerró en 1.188 puntos.
Esta baja no representa ni el 2% frente al 42% que se disparó desde el 13 de junio cuando empezaron las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Entre las consecuencias de un elevado riesgo están: el acceso a crédito más caro, fuga de capitales y rendimiento más alto de los bonos soberanos.
Una deuda más cara implica un mayor pago de intereses. Este 2022, el Ecuador tiene necesidades de financiamiento público por USD 6 506 millones. Es decir, el país deberá colocar bonos (endeudarse con inversionistas privados) para financiarse. Si decidiera hacerlo en este momento tendría que pagar una tasa de interés de cerca del 15%, “algo inviable”, dijo Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal.
¿Qué es el riesgo país?
Este indicador refleja el riesgo que tiene cada país para cumplir con sus compromisos internacionales y el costo que tiene un Estado para obtener un financiamiento. Durante 18 días subió en 327 puntos.
Antes del paro nacional, el riesgo país se mantenía entre 700 y 800. Sin embargo, está muy lejos de los indicadores de países de la región.
Por ejemplo, Colombia se encuentra en 449 puntos y Perú en 194. Argentina se encuentra en 2.374 puntos, y en Venezuela, donde está en 35.615 puntos.
Las pérdidas tras 18 días de protestas superan los $800 millones.
El camino a la recuperación.
La tarea para bajar el riesgo país no es sencilla. A partir del fin del paro nacional, el Ecuador debería tomar las medidas necesarias para demostrar que es sólido y que va a cumplir con sus compromisos y sostener sus cuentas fiscales.
“Los mercados internacionales ya entienden cómo funciona el Ecuador. En las últimas décadas no ha pagado deudas, ha renegociado, no hace reformas estructurales, tiene ingobernabilidad, entonces sigue siendo un país con alto riesgo”, señaló Carrera.