Elizabeth Ogaz, la mujer chilena que se hizo famosa en 2019 por pronunciar erróneamente la palabra “vístima” en lugar de “víctima” durante una entrevista televisiva, falleció la madrugada del lunes 14 de abril de 2025 a los 61 años.
La viralización de “vístima”
Durante una entrevista en 2019, Ogaz cometió un error de pronunciación al referirse a María Inés Facuse, la entonces esposa de Sergio Jadue, un dirigente de fútbol chileno involucrado en el escándalo del “FIFAGate”. Su confusión al decir “vístima” en lugar de “víctima” se viralizó rápidamente en las redes sociales, convirtiéndola en un fenómeno de internet. La frase fue utilizada en memes, canciones y stickers, y se difundió ampliamente en Chile y otros países de habla hispana.
Consecuencias personales y sociales
Aunque la viralización le otorgó notoriedad, también trajo consigo una serie de dificultades personales para Ogaz. En diversas entrevistas, expresó cómo la fama involuntaria afectó su vida diaria. En una conversación con Chile TV, relató que enfrentaba burlas y comentarios despectivos en la calle, lo que le causaba angustia y ansiedad. «Me siento mal porque no podemos salir ni a la calle. Ayer fuimos a comprar al supermercado y la gente nos miraba y se reía, nos molestan y gritan cosas, hasta nos piden fotos», comentó en ese entonces.
Dificultades económicas y de salud
Además de las repercusiones sociales, Ogaz enfrentó serios problemas económicos y de salud. Intentó emprender con una fonda llamada “No te hagai la vístima”, pero fue víctima de un robo que le arrebató todo lo ganado. Posteriormente, enfrentó dificultades para acceder a ayudas gubernamentales y servicios sociales debido a su puntaje en la ficha de protección social.
En cuanto a su salud, Ogaz padecía de diabetes avanzada, hipertensión y hipotiroidismo. A finales de marzo de 2025, fue hospitalizada en Quillota, donde le amputaron una pierna debido a una infección. Desafortunadamente, su condición se complicó y falleció poco después de la cirugía.
Reacciones y legado
El fallecimiento de Elizabeth Ogaz ha generado una ola de reacciones en las redes sociales. Usuarios han expresado su pesar y han recordado cómo su vida se vio transformada por un error de pronunciación. «Una mujer que solo cometió un error y terminó siendo víctima de la burla pública», comentó un internauta.
A lo largo de los años, Ogaz intentó retomar el control de su imagen. Participó en campañas publicitarias y eventos, buscando transformar su fama viral en una oportunidad. Sin embargo, las dificultades personales y la falta de apoyo institucional dificultaron su proceso de rehabilitación social y económica.
Elizabeth Ogaz deja un legado que invita a reflexionar sobre los efectos de la viralización en la vida de las personas. Su historia es un recordatorio de cómo un momento fugaz puede cambiar la vida de alguien para siempre, para bien o para mal.