El poder femenino brilló en Quito: Shakira conquistó con su “Las mujeres ya no lloran World Tour”

ENTRETENIMIENTO

Shakira encendió Quito con un mensaje de empoderamiento femenino

El Estadio Olímpico Atahualpa se convirtió en el epicentro de la emoción este domingo 9 de noviembre, cuando Shakira ofreció su segundo concierto en Quito como parte de su gira mundial Las mujeres ya no lloran World Tour. Con una energía arrolladora, la artista colombiana conquistó a más de 35.000 fanáticos que se congregaron desde las primeras horas de la tarde para verla brillar sobre el escenario.

Ecuador me ha conquistado y voy a entregar lo mejor”, prometió Shakira al iniciar su espectáculo, desatando una ovación entre los asistentes que llenaron las graderías pese al frío quiteño. Desde las 16:30, miles de personas ingresaron al estadio, que fue cuidadosamente adaptado con pantallas gigantes, divisiones por localidades y medidas de seguridad reforzadas, incluida la revisión de mochilas para evitar inconvenientes.

El escenario, con una imponente pantalla tripartita, sirvió como antesala al espectáculo que comenzó oficialmente a las 21:48. Las luces del estadio se apagaron y una lluvia de pequeñas luces de celulares iluminó la noche mientras la cantante hacía su entrada triunfal vestida de blanco y con gafas oscuras. “Buenas noches, Quito”, saludó sonriente antes de dar inicio a una de las noches más vibrantes que ha vivido la capital ecuatoriana.

Un espectáculo visual y emocional

El público, que coreaba su nombre desde antes de las 21:00, se rindió ante los primeros acordes de Estoy aquí, acompañados de destellos multicolores y fuegos artificiales. “Estoy aquí, Ecuador”, gritó emocionada la artista, quien aseguró sentirse profundamente conectada con el país. Luego tomó su guitarra para interpretar Inevitable, demostrando una vez más su versatilidad musical.

Uno de los momentos más simbólicos fue cuando Shakira habló directamente al público sobre los desafíos de los últimos años:

“No ha sido fácil, pero las mujeres nos levantamos más sabias, más fuertes y más resilientes”.

Estas palabras marcaron el tono del espectáculo, centrado en el empoderamiento femenino, un mensaje que atravesó cada canción y cada gesto de la artista.

La puesta en escena incluyó proyecciones impactantes como la de un lobo bajo la lluvia, preludio de Acróstico, canción dedicada a sus hijos. Luego, temas como La bicicleta y Te felicito pusieron a bailar a los asistentes, mientras los colores lilas —en homenaje a Las de la intuición— iluminaban las graderías.

Caderas que no mienten y un cierre inolvidable

El carisma de Shakira alcanzó su punto más alto cuando preguntó al público cuántos solteros había, introduciendo Soltera, un himno al amor propio. También rememoró sus inicios con Pies descalzos y deslumbró con su icónico movimiento de caderas al ritmo de tambores. Durante Puro chantaje, una cámara la siguió mientras cambiaba de vestuario sin dejar de cantar, demostrando su dominio absoluto del escenario.

El cierre fue apoteósico: Waka Waka y Bzrp Music Session 53 hicieron vibrar el estadio entre papel picado y fuegos artificiales multicolores. Shakira descendió del escenario para cantar junto a sus fans, consolidando un vínculo emocional que definió toda la velada.

Pasada la medianoche, tras más de 20 canciones y dos horas de espectáculo, la cantante se despidió con un mensaje claro: las mujeres no solo ya no lloran, sino que transforman sus lágrimas en fuerza, resiliencia y arte. La multitud respondió con un coro unánime: “Sha, Sha, Shakira”, sellando una noche mágica que quedará en la memoria musical de Ecuador.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *