Este miércoles 12 de noviembre de 2025, el Gobierno de Ecuador, en colaboración con 38 instituciones públicas, académicas, organizaciones sociales, ONGs, empresas privadas y profesionales de la salud, suscribió el histórico “Pacto Nacional por la Salud Mental”. La firma se realizó bajo la presidencia encargada de María José Pinto, con el apoyo de la Vicepresidencia de la República y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El pacto tiene como objetivo implementar un enfoque comunitario, preventivo y territorial, acercando los servicios de salud mental a todos los rincones del país. Según Pinto, “este pacto necesita de todos. Sector público, privado, universidades, medios y comunidades deben unirse. Cada uno aporta tiempo, conocimiento, sensibilidad y compromiso. Solo juntos podemos sanar lo invisible, reconstruir la confianza y devolver esperanza a Ecuador. Cuidar la salud mental no es un lujo, es una prioridad nacional”.
Andrés Carrazco, subsecretario de Vigilancia, Prevención y Control de la Salud del Ministerio de Salud Pública, resaltó que la iniciativa es “un llamado a la acción colectiva y a la corresponsabilidad social para construir un Ecuador donde el cuidado emocional sea un hecho palpable en nuestras comunidades”.
Por su parte, Sonia Quezada, representante de la OPS, señaló que la firma de este pacto representa un paso importante en la transformación de los derechos en realidades tangibles. “Celebramos este compromiso nacional, porque apuesta por vivir la salud mental en escuelas, barrios, hospitales, espacios laborales y hogares donde alguien necesita ser escuchado. Tiene carácter intersectorial, participativo y territorial”, destacó.
El “Pacto Nacional por la Salud Mental” se sustenta en cuatro ejes estratégicos:
- Gobernanza, corresponsabilidad y sostenibilidad: busca consolidar una institucionalidad sólida, con mecanismos de gestión compartida, financiamiento progresivo y liderazgo político constante.
- Comunidades y entornos que cuidan: fortalece la prevención, el cuidado y la promoción de la salud mental, priorizando la atención primaria, la educación emocional y el acompañamiento comunitario.
- Salud mental con derechos y sin estigmas: apunta a erradicar la discriminación, garantizar inclusión y asegurar acceso equitativo a servicios de calidad.
- Conocimiento que transforma e innovación: fomenta la formación, investigación y transferencia de conocimiento para diseñar soluciones basadas en evidencia.
El Gobierno enfatizó que la iniciativa es un llamado a la acción para todos los sectores de la sociedad. El pacto no solo busca avanzar en políticas públicas, sino también transformar la cultura social alrededor de la salud mental, priorizando la prevención y la atención integral desde la comunidad.
Con esta estrategia, Ecuador se convierte en uno de los primeros países de la región en implementar un programa intersectorial y territorial que busca atender de manera integral la salud mental, reconociendo que el bienestar emocional es un derecho y una prioridad nacional.

